En su día, la decisión de Marcelino García Toral de acogerse al decreto 1006/1985 para rescindir su contrato con el Racing de Santander y recalar en el Sevilla parecía que iba a tener un recorrido larguísimo. Pero para nada ha sido así. El técnico asturiano y sus ayudantes, Ismael Fernández y Rubén Uría, han alcanzado ya un acuerdo con el club cántabro, veinticinco días después de haber arribado en Nervión.El propio club santanderino emitió ayer un comunicado con el que daba por zanjado el asunto.
"Siguiendo los criterios de nuestros servicios jurídicos, el Racing ha alcanzado un acuerdo con los abogados de Marcelino García Toral, por lo que el club no denunciará al técnico por su rescisión unilateral", rezaba dicha comunicación.De esta manera, el Sevilla y el entrenador asturiano no tendrán que verse inmersos en un farragoso proceso similar al que enfrentó al club blanquirrojo con Juande Ramos, una vez que el manchego se acogió al citado decreto para marcharse al Tottenham Hotspurs. Entonces, el club londinense tuvo que abonar 1,5 millones al hispalense en un proceso que, entre el acuerdo entre clubes y con el entrenador por su finiquito, duró cerca de dos años. Dos problemas que se han evitado el Sevilla y su técnico. Finalmente, tal y como adelantó este periódico a finales de mayo, la desvinculación de Marcelino del club cántabro ha sido cifrada aproximadamente en 300.000 euros. Marcelino era el favorito de Del Nido y Monchi para convertirse en entrenador sevillista tras el fiasco de Marcelo Bielsa, pero desde el principio sabían que el de Careñes no saldría gratis del club cántabro. Así las cosas, hicieron saber al técnico que no desembolsarían dinero alguno por él. Sin embargo, su contrato con el Racing expiraba el 30 de junio de 2012 y, según una de sus cláusulas suspensivas, el entrenador debería desembolsar una cifra cercana a los 300.000 euros en caso de que rescindiera el acuerdo de forma unilateral. Finalmente, ésta ha sido aproximadamente la cifra que deberá pagar Marcelino a su antiguo club, sensiblemente inferior al millón de euros que, en principio, le exigía el presidente Francisco Pernía para quedar liberado. Sin duda, el hecho de que al asturiano se le adeuden 400.000 euros ha sido clave para lograr esta importante rebaja.Este acuerdo ha llegado en el último momento, ya que ayer era el último día que tenían el Racing y Marcelino para entenderse si no querían acabar en los tribunales.
Así las cosas, el club del Sardinero, aconsejado por su abogados, ha visto que era necesario alcanzar un entente, toda vez que el entrenador asturiano ya ha esgrimido en más de una ocasión el argumento de que aún se le debe dinero. Hay que recordar que el club cántabro está inmerso en una situación catastrófica tras la espantada del indio Ali Syed, por lo que la posibilidad de no demorar demasiado en el tiempo un posible ingreso ha jugado en favor del técnico. Todos estos ingredientes han propiciado que la amenaza del Racing de denunciar a Marcelino haya quedado finalmente en agua de borrajas.
De esta manera, el Racing ha sido fiel a su tradicional manera de negociar las salidas de sus entrenadores, recurriendo a un acuerdo. Ocurrió con Miguel Ángel Portugal en su segunda etapa, con Juan Ramón López Muñiz y con Juan Carlos Mandiá. Nunca se pidieron daños y perjuicios.
