Hoy sale al mercado Despierta, el nuevo disco de Marta Botía, acompañada de Rocío Pavón, en lo que supone el regreso de un grupo de leyenda, Ella Baila Sola. Decía una pintada en la londinense Leicester Square que “creyendo apasionadamente en algo que aún no existe, lo creamos. Lo que no existe es aquello que no hemos deseado lo suficiente”.
Algo parecido ocurre con la idea principal de un libro que se ha convertido rápidamente en un best-seller, El secreto, en el que se explica de manera comprensible algo que mucha gente ya intuía o sabía, pero que a lo mejor no se había puesto en palabras: lo que uno piensa, se acaba materializando antes o después en la vida real.
Rocío Pavón era una de esas niñas que se subía a los árboles y llenaba sus piernas de cicatrices en el madrileño barrio de Orcasitas por pasar horas en la calle jugando al escondite. Con apenas 4 años comenzó las clases de música y a los siete ya paseaba su violín por las aulas del Conservatorio Maestro Barbieri de Madrid. Algo más tarde llegó ese flechazo con su inseparable amigo, el piano, cursando durante cinco años estudios en el conservatorio Intermezzo. Paralelamente, estudiaba Biología en la universidad, escribía sus propias canciones y se escapaba de clase para ir a los conciertos de Ella Baila Sola, su grupo favorito desde 1996. Hizo un myspace con sus temas, grabados en un estudio casero y llegaron a los oídos de Marta Botía. El resto es ya el resultado de Despierta.
