Los trabajadores de al menos 115 empresas andaluzas están expuestos a restos de amianto según el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) en el que han de inscribirse las compañías que trabajen con materiales que puedan contener estas fibras prohibidas por la UE.
Los trabajos donde la presencia de este material es más habitual son la demolición de edificios y mantenimiento y reparación de componentes de barcos, vehículos o trenes, según explicaron a Efe fuentes del Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Granada, que acogió la semana pasada una jornada técnica sobre seguridad en operaciones de mantenimiento.
El término amianto designa a minerales metamórficos fibrosos constituidos por silicatos de hierro, aluminio, magnesio y calcio, entre otros, y que pueden estar adheridas al cemento o formar masas y aglomeraciones. Si estas fibras microscópicas pueden liberarse, existe el peligro de inhalar las que se encuentren suspendidas en el aire, que pueden depositarse en los pulmones, permanecer allí durante años y causar enfermedades décadas más tarde.
La extracción de amianto está prohibida por la Unión Europea así como la fabricación y la transformación de productos con esta sustancia tóxica, por lo que está prohibida la exposición a estas fibras en industrias primarias.
Sin embargo, el problema radica en las actividades de retirada de amianto para lo cual existe el RERA.
Los edificios normalmente contienen amianto en sus placas de yeso, pinturas y masillas, morteros, revestimientos termo-acústicos, fibrocementos, conductos de desagüe y depósitos de agua. Cualquier trabajo de demolición o mantenimiento en ellos requiere una prevención específica.
