El candidato de CiU a la Generalitat, Artur Mas, reiteró ayer su oferta para que el candidato socialista, José Montilla, le ayude a investirlo presidente si gana las elecciones catalanas, lo que evitaría que partidos "pequeños" condicionen la acción del futuro Gobierno catalán.
Montilla calificó de trampa la oferta y avanzó que no votará a favor de un Gobierno catalán liderado por el líder de CiU, porque sería "una traición" a sus votantes. Tras lamentar la actitud de Montilla, Mas insistió en ofrecerle una oferta que, a su juicio, es razonable: "Si Montilla gana y es el partido más votado, CiU no le pondrá problemas para investirlo presidente y que empiece a gobernar. Pero le pido lo mismo porque es importante en términos de país".
Así, emplazó a los socialistas a aceptar el veredicto de las urnas para que el partido más votado pueda gobernar, lo que permitiría que cualquier partido pequeño no pudiera condicionar el futuro Gobierno.
Por la noche, en un mitin en Girona, Mas justificó su reclamación del concierto económico para Cataluña porque los catalanes no tienen por qué seguir pagando la "gran fiesta", los "excesos" de gasto y las "subvenciones permanentes" en otros territorios españoles.
sin debate. Siguiendo con los últimos días de campaña y una vez que se ha descartado el cara a cara entre Mas y Montilla, todos los candidatos situaron en el centro de la diana de sus críticas al presidenciable de CiU, favorito en los sondeos a cuatro días de las catalanas y que ayer se ofrecía para ayudar a generar confianza ante los mercados internacionales.
El candidato de CiU sugirió que la formación de un Gobierno catalán fuerte de CiU generaría "confianza" en España y podría ayudar a disipar los temores a que la economía portuguesa y sobre todo la española acaben intervenidas como la griega y la irlandesa.
El presidente catalán y candidato del PSC, José Montilla, arropado por los alcaldes socialistas prometió dotar de un mayor reconocimiento, competencias, recursos y autoridad a los ayuntamientos de Cataluña.
Montilla culpó, a su vez, a CiU de que no se celebrase el cara a cara entre él y Mas, y se quejó de que los partidos con menos representación han salido beneficiados porque TV3 les compensó en previsión de que se pudiese celebrar.
Por su parte, el líder de ERC, Joan Puigcercós, advirtió a Mas de que con su silencio ante la oferta de unidad que le tendió para negociar el concierto económico genera "desconfianza" y abre la duda sobre si utiliza este objetivo como "un cebo para captar votos".
La candidata popular Alicia Sánchez-Camacho exigió a Mas que dé "explicaciones" por las cuentas de su padre en Liechtenstein, de las que él "podría ser beneficiario", después de que la Audiencia Nacional haya declarado prescrito el delito fiscal que se le imputaba.
También se refirió al candidato de CiU Joan Herrera (ICV-EUiA), quien le emplazó a que aclare si eliminará el Memorial Democrático si llega a la Generalitat y aseguró, por otra parte, que estaría dispuesto a firmar un manifiesto para ilegalizar Plataforma per Catalunya, la formación que lidera Joan Anglada que se distingue por su discurso xenófobo.
