El próximo 30 de abril Holanda tendrá nueva reina. Su nombre es Máxima Zorreguieta y muchos la definen como "la más natural de las princesas europeas".
La futura reina era una chica de clase media alta que creció en el barrio de La Recoleta de Buenos Aires. La que era una chica con una vida acomodada pero sin lujos excesivos está a punto de convertirse en la reina de una de las monarquías más ricas y más cara.
Se enfrenta a una difícil tarea; mantener el prestigio de una casa real de la que son partidarios el 89 por ciento de los holandeses. Cuando la corona recaiga sobre ellos, él se convertirá en el rey más joven de Europa adelantando al??Príncipe Carlos, que aún no ha conseguido alcanzar el trono. Un aristócrata europeo comenta con sorna que haría poca gracia a cualquier británico: "El príncipe de Gales tendrá que rendir pleitesía a la reina Máxima, nacida en el país que se enfrentó a Inglaterra en la guerra de las Malvinas". Se conocieron por casualidad en un viaje a la Feria de Sevilla en 1999 donde un testigo afirma que lo único que recuerda es verlos juntos el fin de semana entero desde el momento que les presentaron. Añade que en el grupo había más chicas, "pero él ni las vio". Auténtico amor a primera vista. Fue el príncipe Guillermo quien dio el segundo paso y fue a verla a Nueva York -donde Máxima trabajaba como consultora financiera- pilotando su propio avión. Patinaron en Central Park y cenaron en una modesta pizzería del Upper East Side donde le presentó a su círculo de amigos.
Tan solo pasaron tres meses cuando Guillermo le presentó a su madre, la reina Beatriz, a Máxima y en un año se estaba trasladando al Instituto Ceran de Bélgica para seguir un curso de inmersión
total en el idioma y tradiciones holandesas. Máxima empezaba a intuir lo que estaba por llegar y se aisló en sus estudios y se aplicó a conciencia, lejos de sus amigos y de su familia.
Una fuente revela que la compenetración entre Máxima y Guillermo es tal que en su residencia privada no tienen dos despachos, sino una única estancia con dos mesas de trabajo. "Aunque parezca una tontería, Máxima se ha adaptado muy bien a Holanda porque es un país hecho a su medida. Todo el mundo es tan alto como ella. ¡Es la primera vez que puede comprarse unos zapatos de su talla! Era difícil conseguir unos Manolos o unos Louboutin", revela un íntimo sobre el proceso de adaptación de la futura reina consorte a su nuevo país.
Guillermo y Máxima encuentran también puntos de convergencia en sus aficiones. "Alexander es un esquiador excepcional y le encanta que Máxima sea una de las pocas mujeres que le puede seguir el ritmo. Ambos suben por la montaña en lugar de la silla, lo que se llama a peu de foque, y pasan el día esquiando".
Máxima, cumplirá 42 años el próximo 17 de mayo y conserva las mismas amigas de la infancia. Algunas de ellas destacan lo poco preocupada que está por el bótox o la cirugía plástica. También hablan de cómo se vuelca en la educación de sus tres hijas, Amalia, de nueve años, Alexia, de ocho y Ariana, de cinco, a quienes envía a una escuela pública y que hablan español "casi" perfectamente. .
Junto a Letizia y Felipe, Mette Marit y Haakon y Mary Donaldson y Federico, forman una de esas parejas reales modernas que han cambiado la historia de las coronas europeas en el siglo XXI y que tanto debate suscitan sobre el futuro de la institución monárquica.
Los nuevos reyes comenzarán su nueva andadura con un viaje a las colonias holandeses en el Caribe. Cuando regresen, Máxima, que es miembro del Consejo de Estado Holandés, empezará a desempeñar su papel como consorte en la Casa de Orange-Nassau, una verdadera empresa multinacional con inversiones en sectores clave de la economía.
