La lluvia lo impidió en 1964 y ahora, medio siglo después, los macarenos van a quitarse esa espinita. La Virgen de la Esperanza Macarena presidirá esta mañana la misa estacional conmemorativa del cincuentenario de su coronación canónica en un escenario monumental y pleno de simbolismo para la cofradía del Arco, la Plaza de España, el recinto programado hace 50 años para que acogiera la ceremonia de su coronación canónica.
Aquel infortunio que obligó a la hermandad a trastocar los planes de la coronación por culpa de un inoportuno aguacero seguía pesando demasiado en el imaginario colectivo macareno. De ahí que hace unos meses, al plantearse la programación de tan señalada efeméride, la hermandad apostara vivamente por desafiar a su historia y situar en tan emblemático escenario el magno acontecimiento que culminará los actos del Año Jubilar macareno.
Oficiada por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, concelebrada por unos 250 sacerdotes, y ante un auditorio de más de 13.000 personas 9.000 de ellas sentadas con invitación, la misa estacional dará comienzo en torno a las 11.45 horas, una vez que la Virgen de la Esperanza acceda al altar levantado al efecto en la Plaza de España después de ser trasladada esta misma mañana desde la Catedral al corazón del Parque de María Luisa. Hasta el restaurante La Raza se ha engalanado en el día de hoy para dar la bienvenida a la Señora de San Gil.
Enmarcado ante la gran fachada de Capitanía General, el paso de la Macarena presidirá un escenario en tres niveles, tapizado en color burdeos, y de unos 1.200 metros cuadrados de superficie. El proyecto de escenario, diseñado por la empresa Acciona Producciones y Diseño, guarda un alto valor simbólico e iconológico, toda vez que está inspirado en la doble Columnata que Bernini concibió para el Vaticano. Retomando ese concepto de «la Iglesia de Cristo que abre sus brazos a la Cristiandad», el escenario cuenta con dos enormes rampas o plataformas laterales, de unos 30 metros de longitud y un 9 por ciento de pendiente, que simbolizan el abrazo de la Macarena a los fieles.
Las arcadas de la fachada de Capitanía están tapizadas por unos cortinajes en color burdeos con bellos fruncidos, «simbología de la Realeza de María». Para ello se han cubierto con unas telas ignífugas de 8 metros de alto por 6 de ancho que enfatizarán la visión de la Virgen de la Esperanza, cuyo paso de palio, situado a una cota de dos metros sobre el suelo, será el elemento más alto y el referente visual de todo el conjunto monumental.
La composición escenográfica del escenario se enriquece por último con unos setos vegetales en talud que remarcan el perímetro frontal y que están inspirados en la jardinería francesa del Palacio de Versalles. El corte de los setos reproduce «una greca» repetida en todo el pavimento de la Plaza de España y cuyo dibujo fue utilizado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda como motivo ornamental en muchos de los diseños que ejecutó para el ajuar de la Virgen de la Esperanza, tales como el manto de tisú, el de malla y otras sayas de la dolorosa.
Desde hace varios días están agotadas las 9.000 invitaciones con derecho a asiento 7.000 para los hermanos y 2.000 para protocolo distribuidas por la hermandad de la Macarena para la misa estacional, eucaristía que constituye el acto central de la conmemoración de las bodas de oro de la coronación y que sirve de broche de oro al Año Jubilar.
Estos 9.000 asientos se han distribuido de forma radial en la Plaza de España en dos grandes parcelas simétricas, a izquierda y derecha, y señalizadas con los colores morado y verde. Son en total 14 sectores de sillas que estarán identificadas cada una de ellas con su nombre para que los concelebrantes puedan repartir la comunión. Al margen de estos asientos, también se han establecido dos espacios de libre acceso para el público en general a los que se ingresará tanto por la Torre Norte como por la Torre Sur. Cada una de estas zonas tiene una capacidad para 2.100 asistentes de pie, por lo que un total de 4.200 personas podrán seguir también la ceremonia desde dentro de la plaza. El escenario de la misa estará compuesto por dos amplias superficies poligonales gemelas. En la más cercana a la Torre Norte se situarán los 252 sacerdotes que concelebrarán la ceremonia, mientras que en la del sector sur se ubicará la coral y la orquesta. La coral estará integrada por unas 150 voces de todas las corales de Sevilla, a las que hay que sumar las de 124 niños de una escolanía infantil, mientras que la orquesta sinfónica contará con un centenar de componentes. Sobre el altar, el paso de la Virgen estará flanqueado por dos torretas de flores cuyos colores (tulipanes amarillos y claveles blancos) serán un claro guiño al Papa Francisco.
La Virgen llegará a la Plaza de España por el tramo de calzada de la avenida Isabel la Católica más próximo a las torres. El último trecho del recorrido, desde la Torre Norte hasta la embocadura de la plaza, estará vallado para que la Policía pueda filtrar a la masa de fieles que acompañará el paso de la Virgen. La hermandad no ha dejado nada al azar y ha distribuido aseos y zonas de avituallamiento con agua y refrescos tanto en el interior de la plaza (accesible sólo para los invitados con asiento) como en el perímetro, para el público en general.
música de la misa. Una vez que la Virgen llegue a la plaza de España, los músicos del Carmen de Salteras serán relevados por la orquesta sinfónica encargada de la parte musical de la celebración eucarística. Durante los veinte minutos que empleará la Esperanza en acceder al escenario se estrenará la sinfonía La Virgen de la Esperanza, escrita por el director de la Coral de la hermandad, Alberto Barea, autor asimismo de la Misa Ave Dulcissima Esperanza Macarena, compuesta ex profeso para esta celebración.
Durante la misa, la cantaora Estrela Morente entonará, con el acompañamiento de la orquesta, la plegaría Esperanza y Macarena, que compuso el maestro Quiroga y que Juanita Reina popularizó como canción. La bajada del altar y el recorrido de despedida, una vez finalizada la misa, estará acompañado de una serie de marchas macarenas, entre ellas Como tú... ninguna.
