Pepe Mel ha llegado de vacaciones en son de paz, y así lo ha acreditado cada vez que se ha puesto delante de un micrófono.
Ya el pasado miércoles el entrenador del Betis quiso zanjar la polémica abierta semanas atrás por el famoso monosílabo de Marcelino , cuando se le cuestionó por la capacidad del conjunto verdiblanco para competir con el Sevilla. En principio esa afirmación no sentó bien en la planta noble del Benito Villamarín, como demostraron José Antonio Bosch y Rafael Gordillo .
Sin embargo, el tiempo ha aplacado los ánimos y el madrileño así ha querido demostrarlo: "Debemos aceptar nuestra realidad. Nosotros no podemos competir con el Sevilla en el mercado, es de locos. Tengo claro que Marcelino no le quiso faltar el respeto a nadie, porque si hubiera querido herir al Betis le salto al cuello yo. Es una persona educada y me llevo muy bien con él. Venimos de Segunda y ellos quieren jugar la Liga de Campeones. Ahora bien, somos millonarios en seguidores y vamos a darlo todo, es un partido y la ilusión de la ciudad". Aclarado el asunto pues, Mel también tuvo tiempo para referirse a otras cuestiones de la actualidad del conjunto bético en los micrófonos de Radio Sevilla .
Con el fichaje de Amaya a expensas de los eternos flecos de cualquier operación, Mel quiso mojarse al considerar su llegada como "más factible, aunque en el mundo del fútbol hay que tener prudencia porque por cualquier tontería se puede estropear una operación".
El nombre de Emana también salió a colación, aunque en este caso el discurso del entrenador verdiblanco continúa orientado hacia el mismo lado: "Lo mejor es que se quede, porque así no tengo que buscar a nadie y asunto resuelto. Todo el mundo entiende que el dinero del Betis no lo manejo yo. No sé lo que va a pasar. Tengo la ilusión de que al final él se quiera quedar y así no buscaríamos más delanteros".
Lo cierto es que en el tema de Emana los discursos parecen ser bastante consecuentes en función de quien los pronuncie, pero todos son conscientes de que la solución más satisfactoria para todas las partes sería una salida.
El fútbol árabe se presenta ahora mismo como la opción más viable en materia económica, pero lo cierto es que no llegan ofertas concretas y reales.
