El nombre de Pepe Mel se ha vinculado ya a un equipo que no es el Betis para la próxima temporada, el Valencia para ser exactos, y el madrileño está encantado de la vida. No es que piense en irse al club de Mestalla, pero que hablen bien de uno halaga incluso a las estatuas y el aún entrenador verdiblanco siente que su trabajo tiene la resonancia que siempre se persigue en esto del balompié. Por eso se dejó querer ayer en Radio Marca al mismo tiempo que fijaba una premisa inapelable: de momento no desea irse de Heliópolis.
"Estoy halagado y agradecido de que mi nombre se relacione con un grande de Europa, pero me fui hace veinte años del Betis con la fijación de volver un día, han pasado veinte años y estoy en mi casa, con los míos, soy feliz y lo único que me preocupa es conseguir la permanencia. Además, tengo dos años más de contrato y ya demostré en el Rayo, cuando me quería el Betis, que me debo a mi equipo. Soy un hombre fiel a las cosas que firmo y tengo el corazón donde estoy ahora. Lo normal es que me marche del Betis cuando la gente del Betis me quiera echar y me abra la puerta", dijo el madrileño.
De todas formas, el único futuro que pasa por la cabeza de Mel no va más allá del próximo sábado. "El año que viene no existe, existe Vallecas y existen estos diez días. Ahí es donde el Betis se juega la vida. Lo otro es para estar orgullosos, pero no nos debe desviar de lo importante", reiteró.
