"Pretendo que Andalucía conozca al Gobierno central por lo que hace y no por lo que se dice"

Promete "diálogo leal y sincero" con la Junta y los ayuntamientos sin "intereses partidistas" aunque su declaración de intenciones muestra que su tarea es vender la gestión de Rajoy en la recta final de la legislatura.

el 23 feb 2015 / 12:46 h.

ANTONIO-SANZ-SORAYA Antonio Sanz se definió hoy como un delegado del Gobierno en Andalucía "abierto y dialogante" cuyo "empeño es que se conozca mejor en Andalucía al Gobierno de España no por lo que se dice sino por lo que hace". Fue su declaración de intenciones nada más jurar el cargo esta mañana en presencia de la vicepresidenta del Ejecutivo central, Soraya Sáenz de Santamaría, que definió a los delegados del Gobierno como "la antena del Gobierno en cada comunidad autónoma" y aseguró que "Andalucía siempre ha sido una prioridad porque representa los mejores valores del ser español". Sanz sustituye a Carmen Crespo a ocho meses del final de la legislatura en un nombramiento que ha sorprendido no por el personaje elegido, cuyo nombre ya había sonado anteriormente para este puesto, sino por que se produce para relevar a Crespo que encabeza la lista electoral a las andaluzas por Almería cuando justamente el propio Sanz lideraba a su vez la candidatura por Cádiz y había sido designado por el candidato popular Juan Manuel Moreno Bonilla para coordinar la campaña electoral hace apenas dos semanas. Mano derecha de Arenas, en el acto en primera fila y al que nombró como "su segundo padre" junto a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, su "segundo madre" y el propio Moreno Bonilla "su amigo desde hace 25 años", el que fuera secretario general del PP andaluz es sin duda, y de ellos presumió en el acto, uno de los hombres que mejor conoce la comunidad y las fortalezas y debilidades del PP en la misma. Desde la perspectiva del Gobierno central, que encara la recta final de la legislatura con la necesidad de poner en valor sus reformas como artífices de la recuperación económica que no para de asegurar pero que el ciudadano no acaba de vislumbrar del todo, la elección de Sanz para vender la gestión de Mariano Rajoy tiene lógica por su amplia experiencia en movilizar los resortes del partido. Lo que no está tan claro es que privar a Moreno Bonilla de esta misma experiencia con vistas a su campaña para las andaluzas no tenga coste para un líder popular aún por consolidar y sin el total control del partido en la comunidad que afronta los comicios un año antes de lo previsto y con apenas un año asentado en Andalucía. Con todo, en su discurso tras jurar el cargo, el nuevo delegado de Andalucía aseguró que sabrá "distinguir el interés partidista del de todos los andaluces porque aquí se está para defender el interés de todos sin distinción de ideas" y prometió "diálogo leal y sincero a las autoridades autonómicas y a los ayuntamientos con el máximo respeto al poder judicial". Lo hizo delante del vicepresidente de la Junta y consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrio, que acudió al acto en nombre del Ejecutivo andaluz. En su discurso defendió la lealtad a la Constitución abierta a reformas pero sin olvidar su papel como marco de convivencia y dijo creer "profundamente en el Estado de las Autonomías y el máximo autogobierno pero siempre desde la lealtad a los ciudadanos" al considerar que "quien se pasa todo el tiempo echando la culpa a otros es por su propia incapacidad". Sanz defendió el compromiso del Gobierno de Rajoy con Andalucía -el agravio territorial es uno de los mantras del PSOE al frente de la Junta- y mencionó especialmente el papel de Sáenz de Santamaría en la reforma del Estatuto de Andalucía de 2007, época de la que data su especial relación ya que Sanz fue el parlamentario andaluz encargado de convencer a su partido en Madrid de que esta vez no podían quedarse fuera del consenso y su interlocutora fue la hoy vicepresidenta.

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