Míchel se ha referido a su marcha en diferentes emisoras de radio, reconociendo que se va con mal sabor "por no dejar al Sevilla donde merece" pero también dando gracias a la entidad. "Había que hacer algo porque no es normal la situación", reconoce. Con todo, apunta: "Cuando el club me renueva en una situación tan adversa, admite que el problema del Sevilla no es el entrenador. ¿Por qué no pido fichajes? Pues porque no hay dinero, ni en el fútbol ni en ningún lado en este país".
"El presidente me envió un mensaje sobre las cuatro diciendo que quería verme. Yo antes ya había recibido varios; incluso uno con una foto de Monchi. No soy nuevo en esto y sabía que el final estaba cerca. El Sevilla es un gran club y me voy sin ningún reproche. Hay que aceptarlo como un deportista más. ¿Los fichajes? Hemos rebajado el presupuesto en casi 50 millones de euros, aunque eso no puede ser excusa", explicó.
El técnico tuvo palabras de elogio para su plantel y habló de Emery: "Me hubiese gustado que los jugadores me hubiesen acompañado, aunque he tenido tan buena relación con ellos... Seguro que Unai lo hará mejor que yo. Seguramente me habré equivocado en alineaciones, en maneras de jugar... pero no hasta el extremo de tener 22 puntos. Unai lo hará bien, pero no se llevará mejor con los jugadores que yo". "Creamos un chat en su día y todos los jugadores se han dirigido a mí para despedirse. Incluso me han llamado", apuntaba como anécdota.
Míchel dejó algunas cuestiones para reflexionar, al tiempo que mostró su disconformidad con algunas situaciones, como las críticas a Del Nido. "El Sevilla es un club maravilloso pero tiene que pararse y asumir su situación. No puede ser que los cinco últimos entrenadores que hemos pasado por él seamos tan malos. Y ni el presidente ni la dirección deportiva lo son. Hay muchos intereses alrededor del club y también afectan al equipo. No dejan tranquilo al presidente, no le van a permitir que se haya equivocado. Hay cinco que dicen que son del Sevilla y van al campo a protestar, y ése no es el foro. Hay una parte del sevillismo que es cínico y jugar en casa es incómodo".
