La producción local de un gran concierto es la clave para el montaje y lucimiento del espectáculo. Gus Gómez, ex tour manager de Alejandro Sanz y responsable del último concierto en España de los Rolling Stones, llegó el martes a Sevilla como jefe de producción del recital de Madonna. Le siguen casi mil personas y un presupuesto de un millón de euros.
Gus Gómez, director de LD Eventos, una de las escasísimas empresas en España especializadas en el montaje de grandes conciertos internacionales, se pasea por las entrañas del Estadio Olímpico de Sevilla, enredado en el enjambre de pasillos, pasadizos, gradas y despachos concatenados, como pez en el agua. "Éste es uno de los mejores estadios para conciertos de España. Después de 20 años trabajando en esto, puedo asegurar que es un gran escenario, si no el mejor".
Despejadas las dudas acerca de la idoneidad de un espectáculo de las características de Madonna en la capital hispalense -"lo raro es que no hayan venido conciertos internacionales aquí antes", asegura Gómez-, el jefe de la producción local del concierto más esperado del año en Sevilla se afana en los primeros trabajos de montaje, que dieron comienzo el pasado martes con la instalación de las oficinas, las zonas de catering y la adecuación del recinto.
Hasta el 18 de septiembre, dos días después del concierto, cuando den por concluidos los trabajos, cerca de mil personas -sin contar el personal que viene con Madonna- darán forma al Estadio Olímpico para convertirlo en un escenario de primera magnitud. "Serán 400 personas de seguridad, otras tantas de catering, 100 de servicios médicos y 200 para el montaje el día del concierto, 60 de mañana y 140 que trabajarán durante toda la noche", explica Gus Gómez.
"Este tipo de conciertos son un producto que viene ya totalmente definido. Antes de la gira, el grupo y los productores acuerdan el formato del concierto y el montaje técnico, que pasan a la productora local en un brief muy detallado con los planos técnicos. De hecho, en cada destino la banda ni tan siquiera hace pruebas: llega a un espacio montado según sus especificaciones y empieza a tocar", dice el jefe de producción. No obstante, el rol de la empresa responsable de la producción local, soporta la dirección y coordinación del plan de trabajo y las necesidades de recursos humanos y materiales a partir de la lista de necesidades del equipo de de Madonna.
Desde franckfurt. Una vez solucionados los trabajos de oficinas y catering, el grueso del trabajo dará comienzo esta noche, con la llegada desde Franckfurt del escenario y la tecnología que lo soporta, cuyo montaje se prolongará hasta el domingo. "El escenario es la parte que requiere mayor tiempo de montaje. Madonna tiene en gira por Europa tres sistemas de escenarios que se van montando y desmontando de ciudad en ciudad. El resto del material de producción (sonido, luces, vídeo, escenografía, backline, camerinos, catering, pirotecnia) llega el día antes del concierto en 40 trailers", explica Gómez, que asegura que los conciertos de Madonna tienen una particularidad tecnológica respecto a otros grandes escenarios. "Madonna lleva un saliente de 15 metros sobre el techo, un escenario B y un provocador -pasarela central de otros 15 metros-, a lo que se suma las enormes pantallas circulares que lleva adosadas al escenario", lo que hace que en total "estemos hablando de más de 150 personas implicadas en este montaje" entre personal de carga y descarga, operadores de grúas y los operarios que trabajan "desde las alturas", denominados los scaffolders (que montan la estructura del escenario) y los riggers (que cuelgan los elementos de luz y sonido).
Esta parte del proceso estará lista, pues, el domingo, mientras el lunes, la víspera del concierto, "lo dedicaremos a la parte más delicada, como es sonido, luces, vídeos, el backline -los instrumentos de los músicos- y las mesas de sonido, que terminarán de montarse el mismo martes".
El presupuesto para la producción local de este concierto ronda, según calculó el martes Gus Gómez en 700.000 euros, sin contar algunos apartados de los que se hace cargo el Estadio Olímpico y que, en cifras reveladas por el gerente de este espacio, Manuel Zafra, asciende a un total de un millón de euros.
