Mientras el PSOE se divide en la comunidad de Madrid en un convulso proceso interno para la elección del candidato socialista para los comicios regionales pese a las advertencias de la dirección federal, en Sevilla los socialistas inician el año preelectoral tras sellar precipitadamente sus fracturas una vez que se confirmó que sólo habría un candidato para relevar a Alfredo Sánchez Monteseirín. Ayer, el propio regidor aludió a las diferencias entre ambos las dos situaciones. Y recordó cuál fue su postura en el inicio del debate, y cuál ha sido su planteamiento en los últimos años: "No puedo renegar de unas primarias, porque fue el sistema que me dio la Alcaldía en 1999. Es un buen sistema y ahí están siempre los resultados. Soy favorable a estas elecciones".
Pese a las palabras del regidor -quien eludió no obstante entrar a valorar la situación interna de Madrid- en Radio Sevilla, en la capital andaluza apenas llegó a sobrevolar la amenaza de unas elecciones primarias, aunque sí hubo dos posturas enfrentadas, dos sectores del partido y más de un candidato encima de la mesa. El propio Monteseirín nunca ocultó su preferencia por otro candidato, por Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, frente a la postura de la dirección provincial avalada por el regional que abogaba por una transformación en la candidatura, por un nuevo rostro. Éste fue finalmente el del ex consejero de Vivienda Juan Espadas. Si el entorno del alcalde estuvo tentado de librar un pulso orgánico para que su mano derecha y el que consideraba su "relevo natural" se situase al frente de la candidatura, el propio entorno de Celis descartó en todo momento esta posibilidad. Se haría lo que dictase el PSOE-A, y esto fue finalmente la candidatura de Espadas y la salida de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis a la Secretaría General de Vivienda de la Junta de Andalucía, a las órdenes de Rosa Aguilar.
Como en Madrid, con la diferencia esencial de que en Sevilla gobierna el PSOE y allí no, las encuestas fueron determinantes en el debate interno. Los sondeos y la amenaza de procesos judiciales como el de Mercasevilla fueron determinantes para trazar el cambio de rumbo que pasó inicialmente por la renuncia a otro mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín y posteriormente por la salida de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis del Consistorio.
Las mismas encuestas que dan casi una mayoría absoluta al PP y que ahora los populares intentan esconder para evitar un excesivo triunfalismo. Así lo hizo el pasado jueves el presidente del PP de Sevilla, José Luis Sanz, al atreverse a lanzar un arriesgado mensaje: "Es muy difícil que Juan Ignacio Zoido logre la Alcaldía durante 2011".
El propio alcalde realizó su propia lectura de esta afirmación: "Parece que quieren provocar a su electorado, evitar decir que esto está ganado y estimular a sus votantes. Pero en cualquier caso, con una política regresiva como la que desarrollan los populares, nadie cree que puedan ser capaces de ganar las elecciones de 2011".
Desde el grupo municipal del PP también surgieron voces para matizar las palabras de José Luis Sanz. Fue en este caso la concejal popular Amidea Navarro quien lanzó un mensaje algo más optimista, aunque siguiendo la línea del dirigente provincial - "fácil no hay nada", detalló la edil-: "Juan Ignacio Zoido va a ser el alcalde de Sevilla porque los ciudadanos así lo quieren. El mejor alcalde disponible es Zoido, lo que se hace con esfuerzo e ilusión, se consigue y se hace realidad. Si en 2007 ya hubo una mejoría, en 2011 los resultados serán mucho más favorables". La concejal puso precisamente como ejemplo al presidente del PP: "Es el mejor alcalde del área metropolitana [es el regidor de Tomares] y un ejemplo de cómo ganar elecciones cuando es difícil conseguirlo".
La edil reiteró que ha sido el crecimiento del PP el que ha obligado a los socialistas a cambiar de rostro en su candidatura. "¿Dónde está Espadas?", se preguntó. El cabeza de lista no será designado oficialmente hasta mediados de septiembre, aunque se adelantara su presentación. El objetivo: movilizar a unas bases y evitar un cierre en falso de las fracturas.
