El biólogo y Príncipe de Asturias Ginés Morata ha reclamado una mayor implicación del Gobierno y la sociedad en la investigación científica. Morata impartió el lunes la lección inaugural de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en la sede de La Rábida.
Morata, que desde 2006 es presidente del Consejo de Participación del Parque Nacional de Doñana, explicó a los presentes el resultado de sus estudios sobre genética del desarrollo, basados en los estudios que actualmente realiza con la mosca Drosophila o mosca del vinagre, una especie que comparte con el ser humano un 60% de su ADN y que es "inocua para el ser humano y muy fácil de criar".
El científico, que fue presentado por el director de la sede de la Rábida como un "luchador para poner a la Ciencia en un lugar privilegiado a la luz pública", comenzó su ponencia con la idea de la necesidad que tiene España "de construir una estructura científico-técnica si quiere seguir a la cabeza de las sociedades desarrolladas", estableciendo una semejanza con los países anglosajones, como Gran Bretaña y EEUU, cuyos presidentes hicieron el anuncio del descubrimiento del genoma humano en rueda de prensa oficial y "de los que nuestro país debería aprender".
El biólogo almeriense señaló también que el país se encuentra en una situación "casi subdesarrollada" en este aspecto, detrás de muchos países de Europa, y sostuvo que "los gobiernos y la sociedad deben reconocer que todo está permeado por la ciencia y la tecnología".
Sus teorías se basan en que si bien "el desarrollo de la ciencia en el siglo XX se basaba en los adelantos que arrojaban las disciplinas de la Física y la Química, será la biología la que determine los mayores avances del futuro". De esta manera, se convierte ésta "en una gran aventura cultural de la humanidad". En la genética, por lo tanto, reconoció que existen multitud de facetas, como "jugar a ser dioses", mediante la clonación humana, un aspecto con el que Morata se reconoció reticente y contrario.
Actualmente, aseguró, se estudia cómo modificar la "línea germinal de las gallinas para que pongan huevos con sustancias que crea el ser humano, pudiendo ser una fuente productiva artificial de enzimas muy importante". De hecho, "se contempla la producción transgénica como válida y apta para el consumo artificial", sostuvo Morata, de modo que "en especies como el algodón, se conseguirá mucha producción con poco coste".
Morata aseguró que estas tecnologías son "muy poderosas" y que pueden ser aplicadas a la especie humana, tanto que en los próximos años se podrá "asistir a la desaparición de las enfermedades infecciosas" y se logrará "combatir enfermedades genéticas como el cáncer o el Alzheimer".
El premio Príncipe de Asturias orientó su conferencia en explicar las vías científicas que maneja la ciencia para dotar al ser humano de mayor longevidad, de modo que "podremos vivir más allá de los 400 años", afirmó.
"La ciencia trabaja para conseguir el anhelo humano de sobrevivir a sí mismo, cosa que las religiones lograron creyendo en otras vidas y que la genética logra mediante la reproducción, ya que las células de los antecesores viven en sus descendientes". El científico almeriense afirmó que en la biología humana "sucederá un cambio completo en los próximos 100 o 200 años", aunque en genética "queda mucho por descubrir".
