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Muere un indigente búlgaro tras quemarse a lo bonzo en Almería

Era un varón de unos 47 años de edad identificado como M.G. que murió tras rociar su cuerpo con gasolina y prenderse  fuego en el paraje de La Molineta.

el 01 sep 2011 / 11:56 h.

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Zona del camino de La Molineta en Almería, donde esta mañana ha fallecido un hombre de 47 años tras rociarse de gasolina y quemarse a lo bonzo.

Un varón de unos 47 años de edad y de origen búlgaro identificado como M.G. ha fallecido este jueves tras rociar su cuerpo con gasolina y prenderse fuego a lo bonzo en el paraje de La Molineta de la capital almeriense, según han informado a Europa Press fuentes de la Comisaría Nacional de Policía.

Los hechos sucedieron poco antes de las diez de la mañana a la altura de la finca de Santa Isabel, frente a los centros educativos. La Comisaría recibió el aviso de la central 091 a la que llamaron varios particulares que alertaban de que un hombre se había prendido fuego. M.G., que era un indigente conocido en la zona, se roció con gasolina y él mismo se prendió, quemándose a lo bonzo.

Fuentes de la investigación precisaron a Europa Press que a la llegada de los Bomberos de la capital almeriense, el cuerpo del hombre ya se encontraba carbonizado en posición de cúbito supino.

Así, los efectivos solo pudieron trabajar en el incendio que se había propagado a 25 metros del cadáver y que afectó a una zona de matorral.

Hasta el lugar se desplazaron varios vehículos de Policía Nacional, junto con Bomberos de Almería y efectivos sanitarios, que únicamente pudieron certificar la muerte del hombre.

Sobre las 11.15 horas llegó hasta el paraje el juez para ordenar el levantamiento del cadáver, que fue trasladado entonces al Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería para practicarle la correspondiente autopsia de toda muerte no natural.

Agentes de la Policía Científica y del Grupo de Homicidios, así como de la Unidad de Delitos Especiales y Violentos, tratan de esclarecer lo sucedido y el posible móvil de los hechos.

Según los primeros indicios que han trascendido, y pese a que fueron las llamadas de particulares las que alertaron a la Policía cuando comenzaron las llamas, no hubo testigos presenciales directos en el momento en que M.G. se prendió fuego. Tampoco al parecer el fallecido ha dejado en el lugar de los hechos ninguna nota de suicidio ni explicando sus motivaciones para cometer este acto.

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