El Gobierno paquistaní decidirá si hacer público o no el informe sobre el asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto que elabora Scotland Yard, según una fuente de Interior. La investigación del grupo de cinco expertos antiterroristas será entregada al Ejecutivo paquistaní y tan sólo verá la luz si éste lo cree oportuno.
Los expertos de Scotland Yard, que llegaron el pasado viernes a Islamabad, visitaron ayer el hospital general de Rawalpindi, donde Bhutto fue trasladada tras el atentado que sufrió en el parque de Liaqat. El grupo británico conversó con los médicos que atendieron a Bhutto cuando llegó al centro hospitalario e intercambiaron puntos de vista con la Policía paquistaní para intentar averiguar más detalles sobre las circunstancias del asesinato de la líder del Partido Popular de Pakistán.
El Gobierno llegó a asegurar que Bhutto no murió por el impacto de las balas, sino por las heridas causadas al golpearse con la palanca del techo solar del vehículo en el que se trasladaba, después de caer empujada por la onda expansiva del ataque suicida.
Sin embargo, el presidente del país, Pervez Musharraf, reconoció por primera vez que Bhutto podría haber sido asesinada a balazos, no sin antes responsabilizarla de no guardar las medidas de seguridad. Mientras el Gobierno apunta a Al Qaeda y a los líderes islamistas del país como autores, el partido de Bhutto sospecha que pudieron ser los servicios secretos paquistaníes.
Miedo. Antes de morir, Bhutto aseguró que ella era "lo que los terroristas más temían", en una entrevista al dominical Parade, en la que explica que debía seguir una medidas de seguridad estrictas para evitar atentados como el que le costó la vida hace 11 días.
