El Sevilla despide el año 2012 con apreturas clasificacorias y económicas, firmando los peores números de la última década en el aspecto deportivo y presentando cuantiosas pérdidas de explotación en su última junta de accionistas. En ella, Del Nido ya advirtió de la necesidad de vender activos (léase jugadores) para poder cuadrar las cuentas, so pena de ir incrementando una deuda que ya ronda los 50 millones de euros después de que a Hacienda se le abonaran en el pasado ejercicio cerca de 20 millones de los más de 34 que se le adeudaban.
Del Nido anunció en esa junta que es necesario ingresar al menos 16 millones de euros por el traspaso de jugadores y en estos momentos el único futbolista del plantel por el que pueden llegar ofertas que ronden ese montante es por Álvaro Negredo, el seguro de gol del equipo que ha despertado el interés de varios clubes de campanillas en la Premier, entre ellos el Chelsea del multimillonario magnate ruso Roman Abramovich.
Cuando saltó la noticia del interés del Chelsea, pasadas las doce de la noche del pasado jueves, muchos quisieron pensar que se tratab de una inocentada, pues acabábamos de entrar de lleno en el 28-D, día de los Santos Inocentes. ¿Cómo va a desprenderse el Sevilla de su único goleador a mitad de temporada? Pues si necesita vender y hacer caja, no le queda otra.
Por Reyes, Medel, Rakitic, Fazio o Perotti dudo que puedan llegar ofertas de dos dígitos como las que sí aparecerán por Negredo, cuya cotización está hoy por hoy bastante por encima de la del propio campeón del mundo Jesús Navas, que a pesar de engrosar su palmarés con la selección está completando la peor temporada de su ya extensa carrera en el Sevilla, y no hay más que repasar sus números para constatarlo.
Desprenderse en estos momentos de Negredo sería correr una riesgo excesivo -el descenso está a solo cuatro puntos y sin el vallecano el Sevilla solo ganó 2 de los 10 partidos de Liga que se perdió entre la pasada campaña y ésta-, pero el que la lleva la entiende. De lo que no cabe duda es que para tomar una decisión así, en enero y sin antestesia, la situación financiera ha de ser desesperada... o tener la dirección deportiva un recambio de garantías en la recámara. Y ni lo uno ni lo otro me cuadra.
