"Pequé un poco de eso, de querer seguir y no parar. Un error mío ha causado que me haya perdido varios partidos. Reconozco que las ganas me pudieron más que la cabeza", ha añadido Negredo en una conferencia de prensa.
El ariete sevillista entiende que "hubo precipitación pero no sólo porque la selección estuviese detrás", sino porque no le gusta perderse ningún partido.
"Quería forzar y con eso se vio perjudicado el equipo", ha destacado Negredo, quien ha dicho que la llamada de la selección nacional "es un premio al buen trabajo que se hace en el club".
El jugador madrileño no ha escondido que el deseo del Sevilla es "la tercera plaza, pero queda mucha temporada y es un año en el que hay que hacer las cosas muy bien".
También ha pedido paciencia porque "ha cambiado mucho el bloque y el entrenador", aunque ha insistido en que "el objetivo es quedar terceros sí o sí".
Negredo ha admitido que la falta de los dos delanteros centros puros -él y Kanouté- "merma un poco de cara a portería", si bien ha valorado que Manu del Moral "lo ha intentado hacer lo mejor posible y eso que no es su puesto".
Además, el jugador sevillista se ha mostrado contento por la mejoría defensiva, pues ha considerado que "para atacar, antes hay que defender", algo que "no se hacía el año pasado y es lo principal porque arriba hay potencial para marcar los goles necesarios para ganar".
Negredo también ha dado "gracias a Dios" porque los dos malos partidos jugados por España en los pasados días hayan sido amistosos y ha puntualizado que "influyen tantos viajes, muchas horas de vuelo, aparte de que los equipos se crecen cuando juegan contra el campeón del mundo. Hacen partidos malos anteriores y cuando llega el de España, les sale bien".
