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Netanyahu será primer ministro de Israel sin tener la mayoría en el Parlamento

El jefe del partido Likud, Benjamín Netanyahu, aceptó el viernes la invitación del presidente de Israel, Simón Peres, de formar gobierno, lo que le convertirá por segunda vez en primer ministro del país. Es la primera vez que el jefe del Estado encarga formar gobierno al dirigente de un partido que no tuvo el mayor número de diputados en las elecciones.

el 15 sep 2009 / 22:58 h.

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Daniela Brik (EFE)

El jefe del partido Likud, Benjamín Netanyahu, aceptó el viernes la invitación del presidente de Israel, Simón Peres, de formar gobierno, lo que le convertirá por segunda vez en primer ministro del país. Es la primera vez que el jefe del Estado encarga formar gobierno al dirigente de un partido que no tuvo el mayor número de diputados en las elecciones.

Peres le entregó en un acto celebrado en su oficina de Jerusalén una misiva con la que oficializó la petición, al concluir poco antes la última ronda de contactos con representantes de las 12 formaciones que integrarán el Parlamento israelí (Kneset). Netanyahu, tras recibir el escrito del presidente, dijo afrontar el reto con gran responsabilidad y con el objetivo de proveer de paz y seguridad al país.

Netanyahu, quien ya fue primer ministro entre 1996 y 1999, dispone de cuatro semanas para formar una coalición, y de otras dos adicionales si así lo requiriese. Es la primera vez en que el jefe del Estado encarga formar gobierno al dirigente de un partido que no obtuvo el mayor número de diputados en los comicios, celebrados el pasado 10 de febrero, pues el Likud obtuvo un escaño menos que el centrista Kadima, de Tzipi Livni, que logró 28 parlamentarios.

Sin embargo, el ascenso de los partidos de la derecha garantiza a Netanyahu una base sólida de 65 diputados de los 120 que integran la cámara, lo que ha inclinado la balanza a su favor. El apoyo más pesado que sentenció las posibilidades del jefe del Likud en detrimento del Kadima, fue el del niño malo de la política israelí, Avigdor Lieberman, jefe del ultraderechista Israel Beitenu, quien el jueves respladó a Netanyahu. Esta formación, la tercera en importancia con 15 escaños, a la que se suman los ortodoxos sefardíes del Shas, con 11 asientos, y otros partidos menores judíos del ala ultra-nacionalista, garantizan a priori que Netanyahu será el próximo jefe del Ejecutivo.

Aún así, el dirigente del Likud no se conforma con esa coalición, que a todas luces, según apuntan los analistas, chocará con la flamante Administración estadounidense por su rechazo a cualquier tipo de concesión a los palestinos. En su lugar, busca incorporar a su gobierno al Kadima y al Partido Laborista, cuarta formación en liza que sufrió el peor descalabro de su historia al obtener apenas 13 diputados.

Y para ello, argumentó ayer, que "la amenaza nuclear que supone Irán" y la crisis económica llaman a formar un gobierno de unidad. Para esta idea, emplazó a la dirigente del Kadima Tzipi Livni y al jefe del Partido Laborista Ehud Barak: "Unámonos para garantizar el futuro de Israel. Pido reunirme con vosotros para debatir la posibilidad de formar un gobierno de unidad nacional por el bien del pueblo y del estado", manifestó Netanyahu en una conferencia de prensa junto a Peres tras recibir el encargo presidencial.

Peres resolvió designar a Netanyahu para formar gobierno después de que la dirigente del Kadima rechazara sumarse a una coalición de gobierno con el Likud, según le manifestó al propio Peres en una reunión durante la mañana de ayer y que puso fin a las negociaciones previas a la designación.

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