Cultura

No dejes el futuro para mañana

Usuarios, artistas y gente de la industria hacen sus quinielas sobre el devenir de la música 

el 08 feb 2011 / 22:21 h.

Seis ancianos fallecen en el incendio de la residencia Aurora. (Vídeo: VNews)
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A la salida del encuentro que tuvo lugar ayer en la sala Joaquín Turina con el director de Spotify España, Lutz Emmerich, la cantante Vanesa Martín y el rapero Zatu, de SFDK, había opiniones para todos los gustos. Nadie se atreve a anticipar cómo será el mercado de la música de aquí a diez años -habida cuenta de las rápidas transformaciones que han sacudido el panorama en la última década-, pero nadie duda de que la revolución que ha supuesto internet es irreversible, e irá a más.  

La única certeza, pues, es que el modelo tradicional de industria se ha desmoronado. Eso sí, sigue habiendo gente dispuesta a comprar discos, pero con condiciones. Es el caso de Carmen Pozo, estudiante sevillana de 20 años, quien asevera: "Soy usuaria de música en internet, confieso que me la descargo habitualmente, pero soy partidaria de que el artista que se lo curre tenga su recompensa: me  compro sólo lo que me convence y que considero un producto verdaderamente elaborado".

Junto a Carmen, María Roncel, también estudiante y de 22 años, comenta que "está bien que haya acceso gratuito y libre, es una forma de hacer llegar la música a la gente, y de que los grupos jóvenes se den a conocer. Eso es beneficioso para todos".

Pero hay también quien ve en el nuevo escenario que se ha dibujado a partir de la irrupción de internet un campo lleno de posibilidades. Así lo cree Samuel, dibujante, editor y músico sevillano de 32 años, quien cree que "es muy positivo que haya una crisis en la industria discográfica, porque plantea una alternativa y un renacimiento frente a los sistemas establecidos", explica. "Todo lo que está pasando va a proponer una nueva forma de entender la industria, basada en la relación entre quienes hacen la música y la disfrutan, y no entre aquellos que generan dinero y los que no lo hacen".

En el seno de la propia industria musical las opiniones también son divergentes, pero cada vez son más las voces que señalan empresas como Spotify como el camino a seguir: "Es increíble que hayan tenido que venir dos señores de Suecia para  ponernos de acuerdo y coordinar todo esto, mientras que las grandes multinacionales del disco no han sido capaces de afrontar los cambios que se estaban produciendo", asegura Jesús Martos, mánager de Vanesa Martín y otros destacados artistas. "Me parece fundamental lo que ha comentado Lutz Emmerich, empezando por el título de su conferencia: La clave es el acceso. Es muy positivo permitir que toda la música pueda llegar a todo el mundo, siempre que se haga de una forma legislada y no entre en conflicto con los derechos de propiedad intelectual. No sabemos qué nos deparará el mañana, pero con toda seguridad éste es el camino", añadió este sevillano de 38 años.

Por su parte, el cantante Pepe Begines, cabeza visible del grupo No me pises que llevo chanclas, sentencia que "los músicos debemos aliarnos con la red, y que la red se alíe con la Ley. Todas las leyes son reformables y modificables, y la Ley Sinde no es una excepción; pero por algún lado hay que empezar. La clase política es la que tiene que dar el gran paso, porque no es de recibo que echemos más horas en el estudio que la puntilla de un almanaque, y el público crea que todo es gratis, como la pegatina del bollicao", dice el popular artista.

"Internet es una ventana abierta al mundo, universal y maravillosa, pero deberíamos aprender de los errores del pasado", prosigue Begines. "Se han dado demasiados pasos irreflexivos y mal planteados, y de esta sólo salimos sentándonos todos a discutir. Los ayuntamientos pusieron de moda los conciertos gratuitos, acabaron con la iniciativa privada, y ahora que las arcas municipales están vacías no hay quien monte un concierto. Por otro lado, las tiendas de discos están en vías de extinción, hasta el departamento de El Corte Inglés pasará en breve a ser otra cosa, y eso va a obligarnos a ponernos las pilas", apostilla el cantante.  

En resumen, la piratería por un lado, internet por otro, y la crisis económica mundial como telón de fondo, conforman un panorama a priori pesimista, pero en el que todos -usuarios, artistas y gente de la industria- quieren también ver signos de esperanza. El tiempo, como siempre, decantará la situación; pero unos y otros parecen dispuestos a no dejar el futuro para mañana. 

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