Cofradías

"No estaré pendiente de lo que dicen las redes de mi pregón. No merece la pena"

Entrevista a Francisco Berjano Arenado. Pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2014. Es un cofrade comprometido y convencido de los pilares que sustentan nuestra Semana Santa. Casado y con un hijo, sus únicas credenciales pregoneriles son su fe y sus «vivencias más íntimas».

el 30 mar 2014 / 08:55 h.

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Imagen FranciscoBerjanoArenado004 Su nombramiento le pilló «de sorpresa» en El Rocío, donde estaba de peregrinación con sus hermanos de la Vera-Cruz. Cinco meses después, Francisco Berjano ya tiene elegido hasta el chaqué –«gris oscuro»– y aguarda «con nervios templados» el momento de estrenarse en el atril el próximo domingo. Será nada más y nada menos que en el Teatro de la Maestranza. ¿Cómo ha vivido la Cuaresma? Bastante más intensa que otras veces. Ya de hermano mayor se vive intensamente, pero de pregonero es desbordante en algunas ocasiones. Todo el mundo queriendo agradar, estar cerca del pregonero y que el pregonero esté cerca de ellos. He tratado de compatibilizar el cargo de hermano mayor con el de hermano normal y el de pregonero, pero aún así ha sido bastante más movido que en los últimos seis años. De todos los actos vividos tras su designación el pasado noviembre, ¿con cuál se queda? Con ninguno en especial. A todos los que he ido me han gustado. Me quedo con el cariño que la gente me ha demostrado. Te invitan a su hermandad y celebran eucaristía por tus intenciones, ponen en tus manos las imágenes de su devoción, te regalan un pañuelo de su Virgen... En definitiva, son todos detalles bonitos. Por significar alguno, por ejemplo, el día que me dieron las pastas. Vinieron catorce expregoneros y estuvieron muy atentos. Después de haber parido el Pregón, ¿con qué ánimos llega al Maestranza? Con ganas de decirlo. Porque una vez que has parido esa obra y estás satisfecho de ella, ya lo que queda es transmitirlo, porque no tiene sentido que me lo quede yo. Quiero que sea un pregón que llegue a todas las personas que lo oigan. Luego cada cual opinará lo que le parezca. Desde un principio ha reconocido que nunca ha dado un pregón y se estrena por la puerta grande... Así es. Soy pregonero porque me han nombrado pregonero y oficialmente lo soy y lo seré, Dios mediante, el domingo 6 de abril. Así voy, con ese ánimo, y asumiendo esa situación y trataré de solventarla lo mejor posible. Siempre ha tenido claro que la fe y la cruz vertebrarían su texto y que diría cosas que no se habían dicho o quizás no con la claridad suficiente con la que las va a decir, ¿lo ha conseguido finalmente? Creo que todos los pregones tienen contenido de una manera u otra, y el mío lo tendrá. Quizás lo que voy a decir no se ha dicho antes de la forma en la que lo voy a decir: haciendo referencia a lo que es la esencia de nuestra fe, a cómo ha de ser vivida en nuestras hermandades, cómo los principios evangélicos se pueden vivir desde las propias hermandades y cofradías o qué sentido tiene la Semana Santa. Otros pregones ya han hecho alusión a eso. No tengo el monopolio de esa idea, pero sí es verdad que lo desarrollo a mí manera, que es la manera en la que lo sé hacer. Póngale un calificativo a su pregón. Es difícil. Es un pregón en el que quiero transmitir lo que es la esencia de la fe, que ha de vivirse desde las hermandades. Salpicado de vivencias mías, personales e íntimas, en las que desnudo mis sentimientos para que las personas que oigan el pregón puedan ponerse en mi situación. Experiencias vividas de cerca con mis imágenes, con mis cofradías, de otras hermandades... A un pregón se le pide que emocione, que mueva al público en su butaca, ¿cree que el suyo lo va a conseguir? Hay cosas que he hecho que cuando las he leído me han gustado y me han emocionado. Yo no soy una persona anormal. Es más, soy del montón. Con lo cual pienso que sí, que habrá gente a la que le emocione. Los que me conozcan más, les emocionará más porque es todo a base de vivencias muy personales. Cualquiera de los que estén allí sentados en el teatro se pueden poner en mi pellejo. También si son personas normales llegarán a sentir algo. En mayor o menor medida no lo sé, pero tiene sus momentos. ¿Qué tendrá de actualidad? Toda la actualidad que tiene el Evangelio aplicado a las cofradías. ¿Tiene actualidad? Pues sí, mucha, tanta como la tiene hoy en día el Evangelio. ¿Se ha puesto el propósito de nombrar a todas las hermandades? No. Me puse el propósito de no nombrarlas. Bueno, tampoco es así. No me puse ningún propósito, solo empecé a escribir con la idea de que solo iba a nombrar unas cuantas, más bien pocas. Pero luego el propio pregón me ha ido pidiendo ponerle caras a cada una de las ideas que transmitía. Caras para que el pregón fuera más cercano a las personas que lo oyeran. Al final nombro a muchísimas. ¿Se ha atrevido a componer algún verso? No. Hace ya varios años compuse una cosa mínima al Cristo de la Vera-Cruz y a la Santa Cruz que se canta a la salida de la Cruz de Guía, delante de los pasos y en los cultos. Lo repetiré en el Maestranza y será la única rima. De los pregones anteriores, ¿a qué modelo se ajusta el suyo? No he tenido ningún referente, quería ser yo. Empecé a escribir a mi manera, como yo sabía y como yo podía, y luego ha salido lo que ha salido. En general, y ahora lo valoro mucho más, dar un pregón tiene su mérito. Quizás sean las auténticas vísperas: el Domingo del Pregón, relajados, tranquilos... donde uno se vacía allí en el teatro. ¿Considera que el actual modelo del pregón está agotado? Creo que no, pero estaría abierto a todo. A mí me gusta este modelo. Eso no quita para que también le quepan otras fórmulas y, quizás, si se prueban pues acaben gustándome más que la actual. Ocurrió con el cartel de la Semana Santa del Consejo, ¿ha tenido el temor de que su texto terminara también en las redes sociales? Hay tantas redes sociales, tantos medios de comunicación, tantos teléfonos móviles... Me refiero a webs, blogs... que una vez que se filtra el cartel, ya hay poco que hacer. Yo no veía que fuera noticiable filtrar un pregón porque eso es cargárselo. Si sale publicado, aunque sean cuatro páginas, es su final. No creo que el periodismo serio se dedique a eso, pero siempre hay alrededor gente graciosa que puede utilizarlo. Desde el Consejo me propusieron la posibilidad de entregar el pregón el mismo día para enviarlo a la imprenta. Personalmente me quedaba más tranquilo y ellos también. Y si técnicamente es posible hacerlo, demorar un día la presentación del libro del pregón, no veo el menor problema. ¿Tiene pensado lo que va a hacer la mañana del Pregón? Nada anormal. Quedarme en mi casa hasta que me llamen diciéndome a la hora a la que me van a recoger. Desayunaré, me vestiré y me iré lo más tranquilo posible. La misa de hermandad en la Vera-Cruz la celebraremos la tarde anterior para estar más relajados, dentro de lo relajado que se pueda estar. ¿Y el día después? Nada especial. De momento me tengo que ir a trabajar por la mañana. Supongo que iré más relajado, con un peso gordo menos encima porque el pregón es un peso que pesa. Empezaré a pensar que viene la Semana Santa, aunque tengo entendido que también es una semana movidita. Porque el martes se presenta el libro del pregón, el miércoles voy a firmar a tal sitio y el Viernes de Dolores subimos al Cristo de la Vera-Cruz al paso y está de besapiés... ¿Le preocupa la crítica y los titulares del día después? Creo que no. De hecho mi mujer me ha dicho que va a comprar todos los periódicos y no sé lo que haré. Posiblemente no los lea. Pero tampoco lo sé muy bien. Vamos a ver cómo sale la cosa. De lo que no voy a estar pendiente, desde luego, es de las páginas webs y de las redes sociales, porque por ahí cada uno da su opinión de forma anónima. No merece la pena. En relación a la actualidad cofradiera de la Cuaresma, ¿le han escandalizado como al arzobispo los últimos episodios vividos en el seno del Consejo? No, para nada. Lo que sí es verdad es que con los nuevos estatutos se ha puesto lista cerrada para constituir la junta superior. Una junta que ya nace cohesionada desde un principio, como ya pasa con las hermandades. Así hay menos peligro de que haya excisiones, diferentes opiniones. En definitiva, lo que ha pasado en el Consejo es que cada uno ha dicho lo que le ha parecido al respecto. Eso está bien, pues también es lo que ocurre en las hermandades, pero no lo es tanto que trascienda fuera. Sobre lo que motivó las disensiones, hombre no está bien que se utilicen cargos para favorecer a personas, aunque yo exactamente no lo sé. ¿Ve prácticas las nuevas normas del Consejo para evitar retrasos y episodios como el de los Panaderos del año pasado? Todo lo que vaya en pos de facilitar el discurrir del cortejo procesional es bien recibido. Me parece bien que en un momento determinado alguien pueda tomar una determinación investido de una autoridad delegada. Hay quien opina que tiene un carácter sancionador como si fuéramos niños chicos, yo no me doy por aludido. Desde mi hermandad trato siempre de cumplir con mis obligaciones. Eso no quita para que cada delegado del día actúe de una forma coherente y sea paciente, que me consta que lo harán. Como no me cabe la menor duda de que todas las hermandades van a hacer lo posible por cumplir con sus horarios e itinerarios. Luego para esos momentos puntuales, hay alguien que debe tener autoridad y organizar y deshacer el entuerto puntual.

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