-Es usted uno de los tres representantes españoles que abordarán el cáncer de mama en ASCO. ¿Qué novedades aportará?
-Voy a presentar un estudio del Hospital de Valme, junto a tres hospitales españoles, en el que hemos probado que las mujeres con cáncer de mama metastásico que sobre expresan el gen HER 2 y son tratadas con quimioterapia y un anticuerpo específico, pueden disfrutar de un descanso en la medicación de 15 días cada tres semanas. Se trata de un ensayo en fase II que no convierte estas pautas en tratamiento estándar pero sí apuntan al futuro. Sobre todo, porque da una mayor calidad de vida al permitir no acudir tanto al hospital (en principio, tienen que venir todas las semanas) y causa menos efectos secundarios.
-¿Cuál sería entonces el tratamiento ideal?
-El diagnóstico precoz fundamentalmente se basa en las mamografías, aunque las resonancias se están imponiendo en casos de alto riesgo o una alteración genética familiar. Como rutina, también está la autoexploración. De este modo se disminuye la incidencia, aunque todavía estamos muy lejos de los países asiáticos.
-¿Por qué?
-Se ha probado que si estas personas migran a Europa o EEUU aumentan la frecuencia con que padecen tumores hasta igualarse a la de los países de acogida. Esto lo achacamos a los cambios de hábitos, la alimentación y el sedentarismo fundamentalmente.
-Y sustenta la advertencia de algunos médicos de que siete de cada 10 tumores son evitables si se siguen ciertos hábitos. ¿No?
-De manera global, los cánceres más frecuentes en la población son el de pulmón, mama, colon y recto. El de pulmón podríamos evitarlo si abandonamos el tabaco. El de colon y recto, haciendo colonoscopias a partir de los 50 años para prevenir pólipos puesto que en el 95% de los casos acaban en cáncer. No obstante, en este punto pesa la balanza coste beneficio, porque el sistema sanitario no soportaría hacérsela a todo el mundo, sólo a los grupos de riesgo. Y la técnica tiene sus efectos secundarios. No obstante, en España se está trabajando para que se aplique igual que las mamografía. En el caso de los tumores de mama, y sabiendo que sólo entre el seis y el 15% son genéticos, podemos prevenir el resto dejando de tomar hormonas, teniendo los hijos antes, dándoles el pecho, olvidando el alcohol y llevando una vida activa.
-¿Y no se ha descubierto ningún otro agente o fármaco que actúe como protector?
-En el congreso se va a presentar otro trabajo que ha comprobado que en los pacientes con cáncer de mama que reciben quimioterapia están indicado los bifosfonatos, un medicamento común en la osteoporosis, una vez cada seis meses para evitar una metástasis de hueso. Esta relación es muy interesante puesto que los tumores de mama con frecuencia evolucionan hasta originar metástasis óseas.
-¿Cómo evalúa la atención que reciben las mujeres con cáncer de mama en el sistema sanitario público?
-De manera global, las pacientes tienen un acceso rápido al diagnóstico precoz y al tratamiento. Pero como todo, es mejorable porque la atención es, a veces, dispersa. Por ello, deberían existir especialistas en cáncer de mama en la mayoría de las unidades. Aún así, el Servicio Andaluz de Salud presta una buena atención. Sí se le puede reprochar cierta dificultad burocrática a la hora de administrar fármacos de alto coste.
-¿Apoyaría que se extienda el uso del cannabis, tal y como la Federación Española de Cáncer de Mama ha solicitado al Ministerio de Sanidad y Consumo?
-Hay estudios que no han demostrado que los porros o la marihuana mejoren el resultado de los fármacos.
-¿Entonces cómo es posible que Cataluña haya legalizado su uso terapéutico?
-Porque a la mayoría de los oncólogos que han querido probar el cannabis les ha ido bien. También es cierto que a las personas que han probado estas sustancias antes, les va mejor que a quienes nunca han tenido contacto con la droga. Pero por lo general, no hay muchos pacientes que lo pidan. E insisto, no existen estudios científicos que prueben que el cannabis alivia el dolor del cáncer. Y sí tenemos fármacos eficaces para controlar estas molestias y los vómitos.
