Precisamente los expertos del Instituto de Geofísica de Andalucía, con sede en la Universidad de Granada, fueron los encargados de sondear entre septiembre y octubre la loma de Alfacar en la que ahora se trabaja, y fueron ellos los que delimitaron seis zonas de actuación donde presumiblemente habría cuerpos. Las ondas no alertaron de huesos -no dan una radiografía exacta de la tierra-, sino que alertaban de que bajo la superficie se notaban movimientos de capas de tierra que podían datar de una época similar a la de la contienda, 73 años atrás. Ahora los trabajos a pico y pala han demostrado que aquellos indicios no eran determinantes.
Aún hay esperanza de encontrar restos humanos en Alfacar, pese a este revés inicial. Justicia está trasladando desde ayer por la tarde la carpa de 10 por 20 metros que hasta ahora ha protegido las cuatro zanjas baldías unos metros más al norte, donde se encuentran marcadas otras dos posibles fosas. Los especialistas consideraron que no tenían tantos visos de albergar cuerpos como las anteriores, de ahí que no entrasen en la primera fase de los trabajos. Cuando la carpa esté colocada, "al objeto de garantizar la privacidad y seguridad de las obras que se llevan a cabo", comenzará el mismo proceso que el iniciado el pasado 28 de octubre: limpieza del terreno y retirada paulatina de tierra de forma manual, sin maquinaria, rodilla en tierra y cincel en mano, a cargo de los expertos antropólogos de la UGR. Allí se concentrarán ahora las labores que, en un plazo de unas dos semanas, deben estar finalizadas. La previsión de la Junta era la de tener para mediados de diciembre toda la identificación antropológica de los cuerpos, esto es, la aclaración de a qué esqueleto pertenece cada hueso encontrado, pero la ausencia de hallazgos, por ahora, impediría seguir con la siguiente fase, la identificación por ADN, a cargo del profesor Lorente Acosta, y que no deseaban ni la familia Lorca ni la familia Galindo, pero sí todas las demás.
Los trabajos, autorizados por Justicia en octubre tras un plazo de alegaciones prorrogado en dos ocasiones, cuentan con un presupuesto de 70.000 euros y están coordinados por la Asociación Granadina de Memoria Histórica. Su objetivo no es buscar a Lorca, porque no lo han pedido así sus herederos, sino a otros cuatro hombres muertos con él el 19 de agosto de 1936.