Local

'No quería un almacén de piezas, sino un museo muy didáctico'

El profesor Francisco Sousa le inculcó su pasión por la arqueología y ahora ésta es gran parte de la vida del encargado del museo de La Rinconada, Javier Navarro, que recoge el rico legado del municipio recuperado durante varios años

el 16 sep 2009 / 00:35 h.

TAGS:

El profesor Francisco Sousa le inculcó su pasión por la arqueología y ahora ésta es gran parte de la vida del encargado del museo de La Rinconada, Javier Navarro, que recoge el rico legado del municipio recuperado durante varios años

-El museo de La Rinconada con el legado paleontológico y arqueológico de Francisco Sousa abrió sus puertas el mes pasado, ¿cómo va?

-Ha sido increíble. Su puesta en marcha ha generado una gran expectación entre los vecinos de La Rinconada. Impresiona a los visitantes porque no es un museo al uso, porque es moderno y muy didáctico. Suelen sorprender los restos de los grandes vertebrados como elefantes, hipopótamos y, sobre todo, el colmillo de elephas antiquus, que mide cuatro metros y medio y es la joya del museo.

-¿Cómo inició su andadura en el mundo de la arqueología?

-Cuando entré a estudiar en el instituto Miguel de Mañara conocí al profesor Manuel Zurita que empezó, junto con Francisco Sousa, a crear un grupo de arqueología. Inmediatamente me interesó porque siempre me ha encantado indagar y conocer la historia.

-¿Se sumaron muchos alumnos a este grupo?

-Éramos un grupo reducido al principio, de unas 12 personas, que nos dedicábamos a realizar las misiones. Salíamos a descubrir, a desenterrar e investigar las piezas. Esta familia fue aumentando con el paso del tiempo gracias a las ediciones del seminario de arqueología y paleontología que cada año se celebra en La Rinconada y al que asisten personas interesadas en la materia, además de profesores e investigadores.

-¿Se imaginaba por aquel entonces que su trabajo iba a quedar patente en un museo?

-Francisco Sousa siempre soñó en crear una colección. No queríamos crear una especie de almacén de piezas, sino un museo muy didáctico. Nuestra idea era dar a conocer todo lo que estábamos reuniendo a través de un espacio de exposición permanente.

-¿Cómo se siente al ver cumplido el sueño de su maestro?

-Me siento profundamente satisfecho. Era un compromiso personal que tenía pendiente desde su muerte hace 10 años. En aquel momento me propuse seguir trabajando para crear este museo. Por fortuna, este sueño se convirtió por fin en una realidad.

-¿De qué manera consiguió el profesor inculcar su pasión por la arqueología?

-El simple hecho de salir, poder ver, tocar y explorar piezas, era todo un reto para nosotros. Eso nos encantaba a todos. Las excursiones que realizábamos despertaban nuestra curiosidad a la vez que aumentaban nuestros conocimientos sobre el patrimonio y la historia de nuestro municipio.

-¿Qué métodos utilizaban para rescatar las piezas?

-Simplemente utilizábamos la vista. Eso sí, una de las cuestiones que siempre tuvimos en cuenta era el respeto al patrimonio. Nosotros no causábamos ningún daño a los yacimientos arqueológicos, sólo recuperábamos piezas que de otra manera se hubieran destruido. Y el fruto de todo aquel trabajo se recoge ahora en la colección.

-¿Cómo recuerda al profesor actualmente?

-Fue un maestro en el sentido más amplio de la palabra. Personalmente no sólo me inculcó una afición, sino que me introdujo en lo que ahora es parte de mi vida. Era un magnífico organizador y un trabajador muy constante que poseía una gran capacidad de imaginación. Nos enseñó valores como el respeto a la naturaleza y al patrimonio y la importancia del compañerismo.

-¿Qué fue de aquel grupo que comenzó a investigar?

-Todavía continuamos en nuestra labor de seguir conociendo y protegiendo el legado de La Rinconada. Estamos realizando un seguimiento de la conservación del Cerro Macareno y comprobamos si en las graveras aparecen más vestigios. También visitamos otros yacimientos arqueológicos de la provincia de Sevilla, como los de Carmona o el de Alcalá del Río.

-¿Y cuál fue su último descubrimiento en la materia?

-Hace unos años descubrimos en la parroquia Virgen de las Nieves unas pinturas murales del siglo XV. Se encontraban detrás de un retablo que estaba en mal estado. Después de dar parte a las autoridades fueron restauradas para mantenerlas.

  • 1