Cultura

«No releo, ni siquiera uso el corrector ortográfico»

El alma y líder del grupo sevillano Sr. Chinarro debuta este otoño como escritor con 'Socorrismo' (Alpha Decay), un volumen que contiene dos relatos breves y que pone de manifiesto la creatividad de uno de los artistas más acreditados y queridos del panorama nacional de pop independiente.

el 16 sep 2009 / 07:41 h.

-Muchos le consideran un poeta. ¿No es raro que su debut como escritor sea en el ámbito de la prosa?

-Yo creo que la poesía es a las artes lo que un ingrediente es a una receta. Es más, diría que se trata de una especia. De ahí que los libros de poesía se consuman tan poco como los botes de canela en polvo, pues de la canela sólo se abusa en la sangría, por culpa de la falsa creencia de que con ella se ponen las chicas calientes.

-¿Qué diferencia hay entre escribir una canción y un relato?

-Para hacer una canción se pueden emplear técnicas, inspiraciones y ejercicios muy diferentes. Durante años usé las iluminaciones propias del síndrome Rimbaud. Buscando no acabar tocando para los camareros de los garitos, empecé a escribir cosas con algún sentido medianamente desvelado. Y suelen ser una buena frase, una buena idea y una buena secuencia de acordes los hallazgos que acaban cuajando, con suerte, en forma de canción. Con los cuentos ha sido muy difícil, dado que no tenía costumbre, oficio. Durante un año me he dedicado casi en exclusiva a escribir. Borrando tras tratar de averiguar qué fallaba. La solución vino con el cuento de Matar en Barcelona. Al contar con una trama, un hecho real, unos hitos por los que tenía que pasar más o menos por narices, fui volando. Lo demás lo hizo la decisión que tomé: no releer. No corregir. No uso ni el corrector ortográfico, no digo más.

-¿Cómo nacieron estos relatos, y qué motivación les llevó a escogerlos para el libro?

-No los he escogido. No tengo más. Ana S. Pareja y otros editores que siguen mi trabajo como músico, mis letras y demás, me animaron mucho a escribir, en general. Después de ver que el de Matar a Barcelona le gustaba más o menos a la gente de Alpha Decay, escribí otros dos cuentos, muy rápidamente, en dos noches cada uno. En una noche escribo 15.000 caracteres planteando una trama, unos personajes, unas situaciones que se me hayan ocurrido en alguno de los días anteriores y recientes (puesto que si pasa mucho tiempo me olvido de cualquier impulso). A la noche siguiente resuelvo el lío como más me divierta. A veces se oyen mis carcajadas calle abajo. Me lo paso bomba. Cuando escribo o pienso en qué voy a escribir al llegar la noche, dejo de vivir entre la gente. Es el cielo.

-¿Pensó en cómo acogerán sus seguidores esta nueva faceta, qué esperan del Luque narrador? ¿Y sus compañeros músicos?

-Tanto la editorial como yo mismo confiamos en los seguidores ciegamente, como ellos confían en mí, aunque yo con razón. De la crítica temo, sin embargo, que trate de compensar tantos años de buen trato, a veces injusto, en mi humilde opinión, con algunos recortables que me hundirían en la miseria. Espero que eso no ocurra. Me encanta pensar que podré viajar sin furgoneta, ni tambores ni monsergas para hacer mis mítines sobre el Chinarrismo Ilustrado. Así que no me extrañaría que mis músicos estuvieran preocupados. Les preguntaré en cuanto les vea.

-Fernández Mallo le considera un referente, e incluso tocó en la presentación de un libro suyo. ¿Se ve en la Generación Nocilla?

-Si a Agustín le gusta la idea y a mi me viene bien, yo me veo donde los críticos digan, sin problema ninguno. ¡Qué tablas tengo ya! Me gusta cómo escribe Agustín. Además, le tengo estima como persona, es un gran tipo. Le mando a veces las cosas que escribo, le doy una tabarra increíble. Me da consejos, me ayuda. Sin embargo, creo que no nos parecemos mucho al escribir. Mejor, así nuestra amistad durará más tiempo.

-¿Hay más literatura de Antonio Luque en el cajón, esperando salir?

-Estoy con una novela. La lástima es que intenté hacerla en dos noches, pero amaneció en ambas y no hubo manera. Se me está complicando la trama. Puede que acabe siendo publicada en varios tomos, y que no duerma en todo el invierno. En fin, dormiré de día. Para lo que hay que ver...

-Probablemente, Sr. Chinarro está en el punto más alto de su trayectoria. ¿Qué viene ahora?

-Volver a empezar, naturalmente. El mito de Sísifo.

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