El nuevo presidente del Instituto Andaluz de Investigación Agraria y Pesquera (Ifapa) anuncia que la actividad de este organismo, adscrito a la Consejería de Agricultura, tendrá una orientación más práctica.
-¿Qué retos se marca al asumir la presidencia del Ifapa, el mayor instituto de investigación agraria y pesquera de España y del que no pocas instituciones envidian su presupuesto?
-Los centros públicos de investigación, en general, han vivido hasta ahora al margen de los intereses productivos, de las empresas, por culpa de ambos. Éstas no tenían cultura de generación de conocimiento y aquéllos no exigían a sus investigadores la transferencia de tecnología y conocimiento que redundara en beneficio de la sociedad. Superar esa brecha, ese déficit de transferencia, sigue siendo el principal reto del Ifapa.
-Dice el consejero de Agricultura, Martín Soler, que el Ifapa no puede estar para mayor gloria de sus investigadores...
-Y estoy totalmente de acuerdo. No somos un centro de investigación básica, sino de investigación de calidad aplicada. ¿Qué significa eso? Pues que hay que investigar aquello que tenga interés para Andalucía, para sus sectores productivos, y al margen de su interés académico o científico. El destino es la economía, no un artículo en revistas internacionales.
-Pero para transferir, primero la empresa habrá de demandar y querer recibir...
-En efecto, y vinculado al de la transferencia está el reto de otorgar más protagonismo a la agroindustria. El Ifapa ya lo es, pero ha de ser todavía más, un instrumento que contribuya a pasar de un sector eminentemente primario a otro que, gracias al desarrollo tecnológico, aporte mayor valor añadido. O damos ese salto o siempre nos estaremos quejando de que otros países, como Marruecos, produzcan más y más barato.
-Platos preparados frente a tomate al natural.
-Eso tiene que ser así. Las puertas del campo no están cerradas en ningún sitio ni las de las tecnologías, tampoco, y ahí están por ejemplo los invernaderos de Marruecos. Por eso hay que competir y ser competitivos en tecnologías avanzadas, aplicadas por ejemplo a las infraestructuras y los riegos, pero dar un salto adicional hacia la cuarta y quinta gama en la agroindustria, como ya se está haciendo en el sector hortícola, hacia los platos preparados, alimentación rápida pero asociada a la salud, la producción ecológica, la lucha biológica de plagas... Así, las líneas de investigación que sigan este camino serán las que reciban más incentivos.
-Entre el Ifapa y las empresas hay un buen rollo?
-Sí, trabajamos a demanda, algo que cobrará cada vez mayor importancia. Syngenta, Eurosemillas, Koipesol, Ebro Puleva, Abengoa, Bayer, Zumos Pascual o Osborne son algunas de esas compañías.
-¿Quién pide a quién?
-Nosotros no podemos suplir el papel de la empresa, sino que ésta tiene también que ser promotora. Eso sí, ha de tener claro que nuestro cometido no es resolver algo de hoy para mañana, ni el día a día, sino generar conocimientos y transferirlos. Debe cofinanciar proyectos y líneas de investigación, y ése es otro de los grandes déficit de Andalucía, la investigación privada.
-En la anterior legislatura andaluza, el Ifapa pasó de Agricultura a la Consejería de Innovación y en ésta regresa a sus orígenes. ¿Qué implica tanto cambio?
-Creo que da igual. El cambio, al menos así lo entiendo yo, viene motivado por la necesidad de tener un contacto más directo con la agricultura, la pesca y la agroindustria. Creo que saldremos beneficiados, pues al mando de Agricultura hay quien tiene especial sensibilidad con la modernización de los sectores productivos tradicionales.
¦-¿Cómo será su presupuesto?
-Aun siendo conscientes de las dificultades económicas del país, el compromiso del Gobierno ha sido incrementar el apartado de I+D+I. Creo que tendremos un aumento del presupuesto, que en 2008 han sido 72,50 millones de euros para 19 centros de investigación [los llamados CIFA] y 1.100 trabajadores, de ellos 350 investigadores.
-19 CIFA. ¿Está la red del Ifapa completa?
-Creo que son suficientes y no hay que aumentarlos, e incluso podría haber fusiones para optimizar recursos y ganar eficiencia.
-El Ifapa se nutre básicamente del presupuesto de la Junta de Andalucía. ¿Cómo va la captación de dinero externo?
-La meta es conseguir más financiación externa, vía contratos privados pero también acudiendo a convocatorias competitivas, tanto nacionales como europeas. Es más, ya superamos incluso a Cataluña en financiación externa. ¿Por qué no crear centros mixtos entre el Ifapa y las universidades, ser más competitivos y acceder más fácilmente a financiación europea?
-¿Dineros externos?
-En 2008 hemos sido, y por segunda vez, la comunidad que más financiación estatal ha cosechado para investigación agroalimentaria, en concreto del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA): 1,7 millones de euros.
-¿Haría falta un Bernat Soria para que la investigación agraria tuviera una trascendencia en Andalucía acorde con la importancia que tiene?
-No sería una mala idea. No soy partidario de las masas críticas, sino de un investigador de cabeza y en vez de quince becarios, cinco, y creo que hay buenos investigadores en Andalucía. Es fundamental reforzar la colaboración con la universidad, con proyectos de investigación conjuntos, que no se solapen.
