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Noruega compromete a Obama con la paz

El presidente de los Estados Unidos recibió ayer el Premio Nobel de la paz, que cada año concede la Academia sueca. Este galardón viene a reconocer su esfuerzo por reforzar la diplomacia internacional y lograr un mundo sin armas nucleares.

el 09 oct 2009 / 20:42 h.

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Barack Obama dio ayer las gracias por el galardón.

El Comité Nobel noruego premió ayer con el Nobel de la Paz el compromiso de Barack Obama con la diplomacia internacional y una nueva visión del mundo, en una de las decisiones más sorprendentes y polémicas de los últimos años. Ni él se lo esperaba y el galardón le obliga a no defraudar.

En su motivación del premio, el comité resaltó sus "esfuerzos extraordinarios para reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos", concediendo especial importancia a su visión y su trabajo por "un mundo sin armas nucleares".

La llegada de Obama a la Presidencia de EEUU ha creado un "nuevo clima" en el que la diplomacia multilateral ha reconquistado un rol central, enfatizando el papel de la ONU y otras instituciones. El nuevo secretario del Comité Nobel noruego, el ex primer ministro Thorbjørn Jagland, incidió en que la defensa de las instituciones internacionales para resolver conflictos de forma pacífica ha sido decisiva a lo largo de la historia del premio.

Al otorgarlo al "visionario" Obama este año el comité pretende enviar una señal "clara" al mundo, explicó Jagland. "Durante 108 años el Comité Nobel Noruego ha buscado estimular precisamente esa política y esas actitudes de las que Obama es ahora el nuevo portavoz mundial", dijo el fallo. Se sabía que Obama figuraba entre los 205 candidatos al premio, pero apenas se le había mencionado. Frente a él había candidatos de años de reconocida trayectoria como el disidente chino Hu Jia, el primer ministro de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, o la colombiana Piedad Córdoba, que sonaban como favoritos.

El premio fue recibido con diversidad de opiniones en Noruega: el primer ministro, Jens Stoltenberg, lo consideró justo, y la oposición lo tildó de apresurado. Obama es el tercer presidente en activo de EEUU que gana el premio tras Theodore Roosevelt (1906) y Woodrow Wilson (1919).

Por su parte, el presidente norteamericano aceptó el premio como un "llamamiento a la acción" para atajar los problemas mundiales. Conocedor del poco tiempo que lleva en el Gobierno, insistió en que no percibe el galardón como "un reconocimiento" a sus "propios logros", sino como un respaldo a "las aspiraciones de gente en todos los países". "Para ser sincero, no siento que me merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este premio", concluyó Obama.

Los analistas deducen que el presidente de EEUU ha recibido el Nobel menos por lo que ha hecho que por las esperanzas de lo que pueda despertar. El presidente estadounidense tiene dos conflictos bélicos abiertos, en Irak y Afganistán y se encuentra inmerso en un proceso de consultas para decidir la estrategia en la guerra en el país centroasiático. No se plantea reducir la presencia militar allí, algo que no suena pacífico.

El Instituto Nobel ha destacado en particular, para conceder su premio al presidente estadounidense, sus esfuerzos en favor de la desnuclearización. Obama propuso en abril, en un discurso en Praga, un mundo futuro sin armas nucleares, una iniciativa que, si bien fue acogida con grandes alabanzas por las potencias mundiales, hoy por hoy parece una utopía. El presidente estadounidense ha abierto negociaciones con Rusia para un nuevo tratado de reducción de cabezas nucleares que sustituya al START, que expira en diciembre. Pero aun si se cumplieran los plazos, ambas potencias conservarían un número suficiente como para destruir el planeta varias veces. Y tanto Irán como Corea del Norte mantienen activos sus programas nucleares.

Todo ello es cierto, pero también lo es que Obama ha infundido un nuevo aire a la relación de su país con la comunidad internacional y ha prometido una "nueva era" de cooperación. En este sentido, la decisión del comité puede interpretarse tanto como un premio al nuevo presidente como un rapapolvo a su predecesor, George W. Bush, que optó por ir a la guerra contra Irak en contra de la opinión mundial. En cambio, en un discurso en El Cairo en junio, Obama ofreció "un nuevo comienzo" al mundo musulmán. También ha imprimido un giro a la política medioambiental de su país y ha asegurado -en un discurso ante la ONU- que "los días en que EEUU arrastraba los pies han terminado".

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