-¿Qué Marcelino estamos viendo en Amar es para siempre?
-Un Marcelino ilusionado consu puesto de entrenador delequipo del barrio, pero desgastado por sus continuos roces con su mujer. Va a haber muchas tensiones con ella.
-¿Se consideran los personajes de El Asturiano los Messi de laserie?
-Me gustaría que nos considerasen los Xavi, porque lo que hacemos es repartir juego. Somos el hilo conductor más que los protagonistas. Una especie de logode la serie.
-¿Le gusta el nuevo nombre?
-No me parece mal, pero yo lahabría llamado simplemente Amaro Plaza de los Frutos.
-¿Y por qué no El Asturiano?
-Sería muy pretencioso: sonaríaa que nos creemos los putos amos.
-¿Lo han pasado mal con las frustradas negociaciones con la televisión pública TVE?
-Ha sido muy duro por la inseguridadde no saber qué iba apasar con la serie. TVE ha estadosin cabeza para tomar decisiones y hemos pagado el pato. Dicho esto, estoy encantado de estar en Antena 3. Pero el vacío de poder nos ha machacado la posibilidad de seguir en la pública.
-¿Usted prefería quedarse en TVE?
-De lo que estoy contento es deseguir en Amar... Lo que más meimporta es la productora, quelleva apostando por mí sieteaños. Si luego lo ponen en un sitio
o en otro...
-¿Nota diferencias entre trabajar para una privada y una pública?
-No, porque lo hago con la misma gente. En lo que sí se notaque estamos en una tele privada es que en 15 días me he hecho ya tres promociones. Y eso me gusta porque significa que están apostando fuerte.
-¿Cree que los recortes ponen en peligro la tele estatal?
-Me parece que teníamos unatele pública cojonuda en los últimos
años y que recortar no ayuda nada. El argumento de que sise ahorra en sanidad por qué nose va a hacer en televisión no me convence del todo: estoy convencidode que se puede recortar en otras cosas antes que en la ficción. Si TVE deja de invertir, las
demás cadenas no sienten presión y tampoco invierten. Al fin y al cabo, das trabajo a muchísima gente. No somos cuatro actorcillos subvencionados. Detrás de cada serie hay muchísimos técnicos que cobran muchísimo menos que nosotros.
-¿Le da miedo el futuro?
-Tal como está el país, no hay ninguna seguridad en nada. Por eso me acabo de meter con un amigo en un negocio de ropa femenina que se llama Oliphant. Tenemos dos tiendas en Madrid. Siempre me ha hecho gracia lo de la ropa, pero sobre todo se trata de tener un plan B porque con la profesión que tenemos...
