Los protagonistas de 'Con derecho a roce'
Cada vez que se ha estrenado una nueva comedia romántica (sobre todo si éstas han venido del otro lado del charco) los comentarios que han podido leer por aquí, ya en artículos previos, ya en las críticas correspondientes, han dicho más o menos lo mismo: que la comedia romántica en general y la norteamericana en particular están tan muertas como enterradas y que, por más que se empeñen los estudios en vendérnoslas como novedosas, las cintas del género no son más que repeticiones de fórmulas muy caducas. Y esa caducidad es la que probablemente pueda aplicarse a este Con derecho a roce, un filme que nos presenta a Dylan (Justin Timberlake) y Jamie (Mila Kunis), dos jóvenes que no están como para asentar la cabeza. Cuando Jamie, una cazatalentos neoyorquina, emplea sus capacidades de persuasión para convencer a Dylan, un reconocido director artístico de Los Ángeles, a aceptar un trabajo de ensueño, ambos descubren en seguida que son almas gemelas. Los dos han sufrido tantos fracasos amorosos y están listos para darse por vencidos en el amor y centrarse en la diversión.
Cuando Dylan se traslada a Nueva York y empiezan a quedar, se ríen juntos pensando que el amor es un mito propagado por las películas. ¿Serán capaces estos dos amigos, ambos con éxito, solteros, y quemados con el compromiso, de explorar un territorio nuevo? Si añaden sexo promiscuo a su amistad, ¿podrán evitar todas las trampas creadas al pensar que alguien es algo más que un simple colega? Al tratarse de dos personas curtidas con las decepcionantes promesas de las comedias románticas, no les debería sorprender demasiado descubrir que su decisión es un viaje a un territorio desconocido...
