El clima de tensión está pasando de castaño oscuro. Si a mediados de semana fue Spahic el que se encaró con unos aficionados a la salida del estadio, cuando el zaguero se dirigía al hotel Meliá Lebreros tras el partido, este sábado le ha tocado el turno a Diego Perotti.
Según testigos presenciales, el futbolista argentino se enfrentó con un aficionado en la puerta del hotel e incluso llegó a las manos, teniendo que ser separados por las personas que se encontraban allí en ese momento.
La explicación del futbolista del Sevilla es que este aficionado le había enviado mensajes a su teléfono móvil, de tal forma que se originó un problema entre ambos. Este sábado, cuando el equipo bajaba del autobús que lo trasladó desde el Sánchez Pizjuán al hotel, Perotti y él se encontraron, discutieron y acabaron peleando.
El incidente protagonizado por Spahic tras el partido del pasado miércoles hizo que el club decidiese que, una vez finalizados los encuentros, sus jugadores regresaran al hotel en autobús, no a pie. De este modo se evitarían más problemas, pero la crispación está llegando a límites poco habituales y se repiten.
