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Nueve de los 14 etarras más buscados han sido detenidos

ETA ya no es lo que era. La cúpula de la banda terrorista ha sufrido ya tres golpes en 2008, diez en los últimos cuatro años. La organización ha sido descabezada dos veces en sólo 21 días y los etarras son ahora "chicos para todo".

el 15 sep 2009 / 19:38 h.

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ETA ya no es lo que era. La cúpula de la banda terrorista ha sufrido ya tres golpes en 2008, diez en los últimos cuatro años. La organización ha sido descabezada dos veces en sólo 21 días y los etarras son ahora "chicos para todo", según uno de los últimos informes de los servicios antiterroristas españoles. Son siempre los mismos, sus caras se repiten en cada uno de los escenarios de los últimos atentados y, después de cometerlos, van rápidamente a la cárcel.

La Guardia Civil ha difundido, desde julio de 2007, tres carteles con las caras de los terroristas de ETA más buscados, dos de ellos en España y uno, en marzo de 2008, por primera vez en el país vecino. En total, 14 etarras, de los cuales nueve ya han sido detenidos. Entre ellos están Garikoitz Aspiazu, Txeroki, hasta hace tres semanas número uno de la banda y Aitzol Iriondo, su sucesor hasta el pasado lunes (los golpes policiales les obligan a cederse el testigo cada poco tiempo). También forman parte de la lista de capturados personalidades de la organización como Mikel Olza o López Zurutuza. Sólo cinco de esos 14 están en paradero desconocido. Así, desde la detención de Mikel Antza en octubre de 2004 han caído más de una decena de jefes de los aparatos político, militar y logístico.

En los últimos éxitos policiales ha jugado un gran papel la colaboración de las autoridades francesas. El país galo ha sido el escenario de las principales operaciones contra la dirección de ETA desde mediados de la década de 1980. De los nueve etarras más buscados detenidos en el último año y medio, sólo uno de ellos, Arkaitz Goicoetxea, lo fue en España (Bilbao), el resto en Francia.

Según datos publicados en la web del Ministerio del Interior, en la presente legislatura, hasta noviembre de 2008, han sido detenidos 41 supuestos etarras, a los que habría que sumar los seis arrestados el lunes. En total, 47 sospechosos de haber colaborado con una organización que ha asesinado a más de 800 personas en sus 40 años de vida. De esas 47 detenciones, 20 tuvieron lugar en el país vecino.

En los cuatro años del anterior mandato fueron capturados 397 presuntos miembros de la banda y hubo 149 arrestos de personas relacionadas con la violencia callejera.

A los dos golpes asestados a la cúpula de ETA en las últimas tres semanas hay que añadir la captura de Francisco Javier López Peña, Thierry, el pasado mayo en Burdeos. Tres mazazos en unos meses y un continuo relevo de líderes que cada vez duran menos en la calle.

Y, tras cada golpe, las autoridades, los partidos políticos y las asociaciones de víctimas coinciden en que la banda está cada vez más débil, un hecho, por otra parte, peligroso. La desesperación les incita a matar y prueba de ello es el asesinato del empresario Ignacio Uría la semana pasada en Azpeitia. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo explicaba así ayer: "Uno tiene la sensación de que cuanto más acosados estén, más peligrosos se pueden volver. Lo intentarán de nuevo".

En esta coyuntura, las cárceles albergan el mayor número de etarras de la historia. 614 presos etarras, entre militantes de la banda terrorista, miembros de grupos de violencia callejera y de su entorno político, abarrotan los centros penitenciarios. En este momento hay 161 reclusos de la organización más que en diciembre de 2006, cuando se produjo el atentado de la T-4, lo que supone siete etarras más tras las rejas cada mes. El número de terroristas en la cárcel se ha incrementado un 35% con respecto al que había durante la última tregua de ETA.

Aunque en temas de terrorismo cualquier augurio es precipitado, lo cierto es que, como confirman los informes de los servicios antiterroristas, "el aparato militar de ETA tiene un serio problema". Tras la detención de Iriondo el lunes, Rubalcaba advirtió a la banda terrorista de que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en colaboración con Francia, ya están buscando a su sustituto. Ésta ha sido la clave del éxito policial de los últimos meses, la perseverancia contra las pistolas, hasta que ETA se quede sin incondicionales.

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