El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, presentó su primer presupuesto que suma 3,55 billones de dólares y que incluye fuertes recortes para frenar el déficit más alto desde la II Guerra Mundial, 1,75 billones de dólares. El documento, sin embargo, apuesta por mejorar la sanidad y por las energías limpias.
El proyecto de presupuestos para el ejercicio fiscal 2010, que deberá aprobar el Congreso, pese a tener grandes recortes es superior al de este ejercicio (3,1 billones) y los 2,9 billones del año anterior. Entre otras cosas contempla 250.000 millones de dólares adicionales para el rescate financiero en caso de que sea necesario recurrir a ellos inyectar más dinero al sector bancario.
Además, el proyecto de presupuesto incluye un fondo de 634.000 millones de dólares para financiar durante 10 años la reforma del sistema de salud pública, reducir los costes e impulsar la implantación de la cobertura universal, uno de sus grandes retos, que será financiado en parte con subidas de impuestos a los más ricos, es decir, lo que tengan unos ingresos superiores a los 250 dólares anuales.
Obama también hace una apuesta importante por las energías renovables, para ello prevé la eliminación de importantes exenciones impositivas para la industria de petróleo y del gas natural. Además impondrá un nuevo impuesto sobre el crudo y gas del golfo de México que proveería al Gobierno de 5.300 millones de dólares en ingresos desde 2011 hasta 2019.
Otro capítulo importante en el documento son los 200.000 millones de dólares para financiar las guerras de Irak y Afganistán, aunque con el objetivo declarado de ir reduciendo paulatinamente esas partidas una vez que el país ponga fin a la contienda en Irak en los próximos meses. En concreto, se espera que el coste total de ambos conflictos bélicos se reduzca hasta los 130.000 millones de dólares durante el año fiscal 2010, y que a partir de entonces se vaya disminuyendo considerablemente.
Más impuestos. El proyecto, recogido en el tradicional libro azul de 140 páginas, fue presentado en sociedad por el director de la oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Peter Orszag, quien recordó varias veces que la Administración Obama hereda una fuerte carga del anterior gobierno de George W. Bush, aunque en todo caso subrayó que el objetivo del presidente es que el déficit federal se reduzca a la mitad al final del primer mandato de Barack Obama, en el año 2012.
Para reducir el déficit el presidente propone recortar el gasto público en algunos sectores, sobre todo aquellos que no sean necesarios en un intento por lograr una mayor transparencia y responsabilidad, y sobre todo aumentando los impuestos a los más de dos millones y medio de grandes ricos del país.
Además, el presidente de Estados Unidos para sanear las cuentas prevé revisar línea por línea los presupuestos para que cada dólar que se gaste el Gobierno se refleje realmente en las prioridades nacionales más importantes, tal como afirmó el martes en el Capitolio. De hecho, desde la Casa Blanca aseguran que con esa revisión se podrán ahorrar hasta dos billones de dólares de aquí a 2011.
