El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayer que dedicará su segundo año en la Casa Blanca a reducir el desempleo y a controlar el déficit presupuestario. En su habitual discurso radiofónico de los sábados, Obama se complació del hecho de que las últimas cifras sobre el Producto Interno Bruto (PIB) del país se han mantenido en signo positivo en los últimos seis meses. El Gobierno anunció el viernes que la economía creció un 5,7% en el cuarto trimestre del año pasado luego de un 2,2% en los tres meses anteriores, lo que confirmó el fin de la peor recesión que el país ha sufrido en las últimas siete décadas. "Esto es una afirmación de las difíciles decisiones que tomamos el año pasado para sacar a nuestro sistema financiero del borde del colapso y poner en movimiento nuevamente a nuestra economía", señaló. Sin embargo, Obama dijo que, a pesar de esa recuperación, el país todavía sufre el embate del desempleo, que es de un 10%. "Cuando uno de cada diez estadounidenses no puede hallar trabajo y millones más tienen que trabajar más por menos, nuestra misión no es sólo hacer crecer la economía", dijo. "Se trata de crear fuentes de empleo para quienes las necesitan y garantizar que los salarios aumenten para quienes lo tienen", añadió. Sin embargo, al mismo tiempo, advirtió de que en ese objetivo es crucial controlar los déficit presupuestarios.
