De las 239 oficinas de cajas abiertas en Andalucía el año pasado, 188 correspondieron a entidades con sede social fuera de esta comunidad. Aunque las cinco andaluzas aceleraron el ritmo de su diversificación geográfica, ésta se limitó a 19 sucursales, hasta las 246.
La red de oficinas de las cajas de ahorros en Andalucía estaba conformada por 3.817 al cierre del pasado año, tras incrementarse en 239 (6,68% más) respecto a 2006. De ese aumento, las sucursales de entidades foráneas -aquellas que poseen su sede social en otra comunidad autónoma- absorbieron 188 (el 78,66%), mientras que las cinco andaluzas -a saber, Cajasur, Unicaja, Cajasol, Caja Granada y Caja Jaén- inauguraron el resto, en concreto 51.
Los datos, extraídos del Anuario 2007 de CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorros), revelan la pujanza del desembarco forastero, si bien su ritmo de aminoró sobre el registrado en 2006, cuando fue del 17,7% para superar, pues, la barrera de las mil oficinas (exactamente, 1.143).
En cambio, las cinco entidades de origen andaluz -antes de mayo de 2007 eran seis, pero El Monte y San Fernando se fusionaron para engendrar Cajasol- sólo estrenaron 19 sucursales fuera (8,3% más), hasta las 216. Si se tiene en cuenta que su entramado físico suma 2.732 oficinas, sólo el 7,9% radica en el exterior.
No obstante, hay un cambio de tendencia en la relativamente escasa diversificación geográfica de las cajas andaluzas. En efecto, en 2006, en plena expansión económica, las miras hacia otras regiones únicamente se tradujo en seis inauguraciones, mientras que fue para las entidades foráneas su ejercicio de mayor efervescencia en Andalucía.
De las 19 aperturas en otras comunidades, 4 correspondieron a Cajasur, 5, a Caja Granada, 4, a Cajasol, y 6, a Unicaja, mientras que la jiennense, que es la más pequeña de las cinco, estancó su escasa presencia fuera. Eso sí, riesgos, mejor no tenerlos, de ahí que los destinos sigan siendo los habituales, Cataluña, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y el Levante. Léase, zonas de amplia presencia de inmigrantes andaluces y con las que más relaciones tienen las empresas andaluzas.
En el lado inverso, el de aquellas que vienen, siguió destacando la pujanza de La Caixa, que tiene a Juan Reguera como director regional y que en 2007 sumó 59 sucursales a las 607 que ya poseía. La segunda mayor caja española, Caja Madrid, con Antonio Soto al mando de su delegación andaluza, hizo lo propio con 9, hasta las 145 oficinas.
Sin embargo, el protagonismo real lo cobraron otras entidades medianas, como Caja del Mediterráneo (la CAM) y Bancaja, que alcanzaron las 94 y 68, frente a las 71 y 57 con las que, respectivamente, contaban un año antes. Caixa Catalunya agregó 10 sucursales a su red, hasta 71, e Ibercaja lo hizo en 11, con 41 en total, y 9 fueron las añadidas por Caixa Galicia, para, así, tocar el medio centenar.
Despliegue auténtico, el de las cajas de ahorros vascas. La Kutxa casi duplicó sus sucursales, tras pasar de 18 a 35 en un solo año, y la de Guipúzcoa y San Sebastián sumó 6, hasta las 26. También doblaron sus oficinas Caja Castilla-La Mancha, que finalizó 2007 con 16, frente a las 7 contabilizadas en el ejercicio precedente, y Caixanova, con 15 mientras (6 en 2006).
Al margen de dónde procedan, el efecto más inmediato de este desembarco es el arañazo continuo a la cuota de mercado de las cajas andaluzas, como revela un reciente informe de la Junta de Andalucía.
