Las autoridades de Rusia anunciaron ayer la detención de los ocho piratas que secuestraron el barco mercante finlandés Arctic Sea, misteriosamente desaparecido desde finales julio y localizado la víspera por un buque de guerra ruso. "Fue un acto de piratería", aseguró a la prensa el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, después de informar al presidente del país, Dmitri Medvédev.
El barco, con bandera maltesa y 15 tripulantes rusos, había sido secuestrado por ocho piratas estonios, letones y rusos y fue "liberado sin un solo disparo" por el buque de guerra Ladny, indicó Serdiukov. El ministro se desdijo así de sus propias palabras, ya que la víspera, al anunciar el hallazgo del Arctic Sea 300 millas al sur de Cabo Verde, afirmó que sus tripulantes estaban "sanos y salvos, y no se encontraban bajo control armado", según las agencias rusas. Serdiukov también eludió comentar si los tripulantes estaban implicados en la desaparición del barco, que suscitó sospechas de que se trataba de una operación de los servicios secretos.
Un portavoz de la Comisión Europea señaló que organismos y agencias policiales de 20 países han participado en la búsqueda del mercante. Otras fuentes comunitarias dijeron que el ataque no parece un acto de piratería tradicional.
