El consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, confirmó ayer que ya hay ocho editoriales especializadas en material didáctico que han registrado contenidos digitales en la base de datos para libros de texto de la consejería: Algaida (Anaya), Santillana, SM, McGraw Hill, Oxford, McMillan, Digital Tex y Editex. Ese registro contiene el material aprobado por Educación, el que usan los colegios.
La norma actual impide registrar material que no tenga un soporte físico -hasta ahora sólo hay libros de texto-, pero la consejería quiere introducir el libro digital en las aulas el próximo curso, así que ha dado el visto bueno a la entrada de recursos electrónicos, incluso antes de que se apruebe el decreto que los regule (a final de año). 80 centros TIC participarán del plan experimental: 64 con textos de formato digital off line y on line, y 16 con material digital que han fabricado para sustituir a los tradicionales manuales de papel.
Al confirmar que las primeras ocho editoriales han empezado a aportar sus recursos digitales a este proyecto, el consejero rebajó la tensión de la pugna que mantiene la industria del libro con Educación. Los editores, libreros y distribuidores reprochan a la Junta que anulase la compra de dos millones de libros de ESO que ya estaban apalabrados, privándoles de los 45 millones que debían haber cobrado este año.
Esta decisión, que deviene del plan de recortes del Gobierno andaluz, puso en pie de guerra al sector del libro, que ha querido ningunear la propuesta del consejero de introducir el libro digital. De la Chica advirtió ayer que los portavoces del sector no representan el interés comercial de algunas editoriales que ya han mostrado su interés en el plan.
