No acudió ningún político a la presentación ayer de las funciones de La Bohème que, durante ocho veladas entre los días 9 y 18, se desarrollarán en el Teatro de la Maestranza. De haberlo hecho hubieran tenido que aguantar estoicamente el tirón de orejas espontáneo pero muy comprometido con el que se descolgó, para sorpresa de todos, la soprano Ainhoa Arteta, que encarnará a Mimí en el primer reparto del montaje que ahora levanta el telón.
La cantante aseguró que la crisis económica se deja sentir sobre todo en el teatro, la música y el deporte, por lo que exigió "un compromiso fuerte entre cantantes, directores y orquestas" a favor de objetivos concretos como una Ley de Mecenazgo o la aprobación de un tratamiento fiscal más ventajoso para los teatros.Además, tanto ella como su compañero de función, Massimo Giordano, coincidieron en la necesidad de crear "una plataforma de artistas para que no se hunda la excelente cantera de artistas y orquestas que hay en países como España o Italia", donde, a juicio del tenor, "la cultura está abandonada a su suerte, con un destino muy incierto".
A nadie pareció molestarle estos discursos en la puesta de largo de una Bohème cuyo alumbramiento se produce tras el nuevo gran recorte anunciado por la Consejería de Cultura de la Junta de cara a la próxima temporada. El director artístico del coliseo, Pedro Halffter, con semblante visiblemente preocupado, escuchó las quejas y agradeció prudentemente las palabras de apoyo.Desde la autoridad que le confiere su puesto sí hizo hincapié en "las más de 14.000 entradas vendidas", lo que a su juicio refleja "el interés que en Sevilla existe por la ópera porque estamos seguros de que hubiéramos agotado una función más".
No quedó ahí su defensa del valor social del coliseo que dirige: "Somos conscientes de que el público sevillano quiere ver ópera, porque existe pasión por el género en la ciudad y nosotros tenemos la obligación y las ganas de acercar grandes títulos no sólo al público local, también al que viene de fuera, que cada vez es más numeroso".
En cuanto a la producción que se verá, de antemano podría decirse que contrasta espectacularmente con las precedentes sesiones de El oro del Rin a cargo de La Fura dels Baus. Donde allí primaba la tecnología y la ciencia ficción en esta Bohème lo hace el cartón piedra, los decorados recargados y los vestuarios de época: "Es una versión extremadamente cuidadosa con las indicaciones escénicas de Puccini, representa justo lo que el compositor quería", dijo Halffter. Firmada por John Copley, el añejo montaje fue visto por primera vez en el Covent Garden de Londres en 1973 constituyéndose desde entonces en uno de los más vistos y rodados de esta ópera y el que representa con mayor fidelidad la historia que cuenta la ópera, una tragedia de desamor inspirada en el libro Escenas de la vida bohemia de H. Murger.
Con dos repartos movilizados (Ainhoa Arteta y Massimo Giordano / Carmela Remigio y Fernando Portari), la obra cuenta también con la participación del Coro del Teatro Maestranza y de la Escolanía de Los Palacios, además de un amplio elenco donde sobresalen nombres como Juan Jesús Rodríguez -éste natural de Cartaya (Huelva)-, Claudio Sgura, Beatriz Díaz y Tatiana Lisnic. La soprano Ainhoa Arteta añadió a su discurso solidario con el teatro "sentirse orgullosa" de estar trabajando en un coliseo que "ha demostrado profesionalidad, organización y buen ambiente para hacer un ópera coral como ésta", un extremo en el que también coincidió Carmela Remigio. Sobre su personaje, Arteta explicó que lo incorporó hace cinco años y que durante más de once estuvo representando a Musetta.
Igualmente positiva fue la descripción del ambiente de trabajo por parte de Massimo Giordano, quien encarna a Rodolfo, personaje que también afronta Fernando Portari. Según el tenor italiano "el hecho de que todo el reparto esté formado por colegas y amigos es fundamental para La Bohème, una ópera que recoge un fragmento de vida real que habla de un amor que acaba, algo que sucede cada día".
Encargado de la reposición de esta clásica producción es Richard Gerard Jones, quien apuntó que el doble reparto "es como tener dos espectáculos diferentes de la historia". Con respecto al trabajo original de John Copley, señaló que "es clásico y respetuoso con la tradición, algo que demanda la mayoría de los aficionados ya que ésta es la ópera favorita del 98 por ciento del público". "Tras su estreno el 1 de febrero de 1896 en Turín pertenece al imaginario musical más querido de varias generaciones de espectadores", junto, añadiríamos, a títulos como Tosca, Norma, Aida y Nabucco.
