Luis Oliver, el actual gestor deportivo del Real Betis y cabeza visible de sus actuales mandatarios, no ha tardado en responder a Rafael Gordillo, uno de los administradores judiciales de las acciones de Farusa, que afirmó el martes en Radio Sevilla que no se cree "absolutamente nada" de lo que dice el empresario.
Así las cosas y mediante un comunicado insertado al mediodía de ayer en la página web oficial del club, Oliver replicó al ex futbolista. "Ante la intranquilidad que las palabras del futuro presidenciable ha producido sobre futbolistas, cuerpo técnico y empleados del club, queremos dejar claro que nuestro equipo económico va a dejar el dinero suficiente en caja para pagar todas las nóminas de aquí a final de temporada", rezaba un escrito en el que se aseguraba que la empresa a la que representa el consejero deportivo se hará cargo de los pagos pase lo que pase.
"De todas formas, si surgiese algún imprevisto, nosotros, como Bitton Sport, nos comprometemos a asegurar el pago de todas las nóminas hasta el mes de junio, en el caso de que el Real Betis no pueda hacer frente a ellas. Bitton garantiza que los salarios pactados serían en ese caso satisfechos por nosotros, que somos los futuros propietarios de la entidad. Esto lo digo con las mismas palabras con las que me he dirigido a la plantilla, los entrenadores y empleados; todos saben que absolutamente todo lo que les he prometido lo he cumplido", todo un brindis al sol del representante de una empresa que, según dicen los informes judiciales, no tiene detrás a ninguno de los inversores importantes que aseguraba tener el propio Oliver.
Aprovechando la coyuntura, el ex presidente del Xerez quiso agradecer al beticismo el supuesto apoyo que está recibiendo el actual consejo de administración. "Les damos las gracias a todos los béticos por las muestras de cariño y apoyo que estamos recibiendo".
A renglón seguido, apeló a la buena trayectoria del equipo y a la comunión con la afición. "El Betis está logrando unos resultados históricos y para ello hay un amplio equipo de personas que están trabajando día a día por este club. Estamos avanzando con hechos y en pocos meses hemos conseguido darle a la entidad un giro de 180 grados, lo estamos modernizando y estructurando para disfrute de todos los aficionados. Por fin, y después de muchos años, la grada del Villamarín transmite felicidad. La gente acude feliz al campo y segura de ver a su equipo ganar, y eso no tiene precio. Estamos dedicando todo nuestro tiempo a este proyecto, los resultados no son fruto de la casualidad, sino del trabajo constante y exigente", asegura.
Por último, Oliver expresó su confianza de seguir en un futuro al mando de la nave. "Estamos preparando un Betis grande y que muy pronto esté peleando con los mejores. Ese es nuestro objetivo, y no vamos a parar hasta conseguirlo. Nos preocupa que vaya a haber gente que venga a enturbiar la armonía y la complicidad que hoy existe. Estamos en una situación envidiable y no podemos permitir que se cambie el rumbo", culmina.
