Como no podía ser de otra forma, los médicos de Seattle Grace despiden hoy la quinta temporada de Anatomía de Grey con una nueva inyección de situaciones extremas y trágicos destinos para los adictos a esta serie de Cuatro.
Si algo caracteriza los finales de temporada de Anatomía de Grey son las situaciones extremas a las que son llevados sus personajes y que desembocan en algún que otro trágico destino. Así que, para no salir de la tónica a la que tiene acostumbrados a sus incondicionales, la serie de Cuatro vuelve a despedir su temporada -esta vez la quinta- con una buena dosis de drama, intensidad e historias llevadas al límite y nunca exentas de sorpresas para sus protagonistas.
Y es que la cadena estrena hoy (22.15 horas) el episodio Ahora o nunca para poner punto y final a la quinta entrega de esta popular producción, con un último capítulo que promete no dejar indiferente a nadie. En Estados Unidos, al menos, concentró ante la pantalla a más de 17 millones de espectadores -sólo superado por el primero- que confiaban en un atractivo desenlace que no quisieron perderse y que fue dado en sesión especial con las dos últimas entregas, siendo lo más visto del día.
la trama final. Tras la boda del capítulo 100 y teniendo en cuenta la incierta evolución de la enfermedad de Izzie, todos -cirujanos, internos y residentes del Seattle Grace- decidirán aprovechar cada día y vivir su existencia al límite antes de que les alcance la muerte. Sin embargo, con el deseo de exprimir la vida, algunos cometerán temeridades que les convertirán en protagonistas de momentos impactantes.
En Ahora o nunca los chicos de Seattle Grace están expectantes tras la operación de Izzie. Quieren comprobar si ha tenido éxito y si le ha quedado alguna secuela. Por desgracia, los primeros síntomas apuntarán a algún daño en su memoria a corto plazo, pero Alex hará todo lo posible para que su mujer supere todas las complicaciones.
Lo que sí parece claro es que la situación de Izzie ha afectado a todos de una manera u otra. Meredith y Derek no quieren perder más tiempo, están dispuestos a casarse en cuanto salgan del trabajo. Cristina y Owen vuelven a reconciliarse. Mark se resiste a aceptar la negativa de Lexie. Y George, pese a saber que sus compañeros no le comprenderán, decide dar un cambio a su vida.
Por otro lado, Bailey tendrá que tomar una decisión que implica cambios en su vida profesional y personal: acaba de ser admitida en cirugía pediátrica pero comenzar la especialización supondría trabajar más horas. Además, la llegada de una víctima de un fatal accidente obligará a los médicos del Seattle Grace a trabajar en equipo.
