Pese a que el Supremo ha avalado la clase de Educación para la Ciudadanía, los padres de los niños objetores se agarran a la reflexión que hace el Alto Tribunal sobre la necesidad de vigilar la aplicación de la asignatura. El miércoles anunciaron que objetarán de forma "parcial" y pidieron a la Junta que consensúe "inmediatamente" un currículum de la materia.
El Supremo dio un argumento muy claro para avalar Ciudadanía y rechazar la objeción de conciencia: la materia, asegura, no entra en cuestiones morales o religiosas. Pese al varapalo del Alto Tribunal a la lucha de los padres de niños objetores, éstos no se dan por vencidos. Ven una vía abierta para seguir su lucha contra la asignatura: la reflexión del TS de la necesidad de controlar que los contenidos de los libros de texto y los centros no impongan doctrinas. Si los padres creen que esta situación puede producirse, el Supremo les invita a acudir a los tribunales.
Y eso es lo que harán las familias a las que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) les dio la razón en marzo del año pasado. La intención de los padres es llevar a cabo una objeción "parcial", anunció el abogado sevillano Carlos Seco, que defiende los intereses de varios madres y padres de alumnos objetores.
En declaraciones a Europa Press, Seco aseguró que el fallo judicial "coincide" con lo que ellos defienden desde agosto de 2007, porque el Supremo -explicó- "rechaza la objeción pero, al mismo tiempo, prohíbe taxativamente el desarrollo de contenidos de carácter moral o ético y reconoce la posibilidad de que los padres se opongan a ciertas materias". La batalla de los padres aún no ha acabado. Irán al Constitucional o al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos para seguir reclamando la objeción.
