El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, avanzó ayer que la ayuda de alrededor de 400 euros para parados de larga duración vinculada a la formación, que sustituye a la de 426 euros, entrará en vigor "en semanas".
Así lo indicó al informar del anteproyecto de Ley de reforma del sistema de pensiones propiciado por el principio de acuerdo alcanzado en la madrugada de ayer con los agentes sociales, en el que también se incluyeron avances en relación con las políticas activas de empleo y los principios que regirán la de la negociación colectiva.
Gómez no desveló cuál será la cuantía final de la ayuda, aunque tampoco desmintió que fuera a rondar los 400 euros. Ahora bien, aseguró que entrará en vigor "muy pronto, en semanas, no en meses".
La vigencia de la ayuda de 426 euros mensuales finaliza el 15 de febrero, con lo que los plazos expresados por el ministro de Trabajo sugieren que la nueva llegará a tiempo para que los miles de parados de larga duración que hay en la actualidad no queden desatendidos.
"Estos parados son muy numerosos y necesitan un programa público que impulse la orientación, los itinerarios de inserción profesional y que les inserte a su vez en una actividad de formación", añadió Gómez.
Por último, el titular de Trabajo indicó que esta ayuda "no será un programa de protección por desempleo", pero estará costeado por el Estado y no por las regiones, aunque son éstas las responsables de las políticas activas de empleo. Con todo, dijo querer contar con su colaboración. "Queremos colaborar con ellas, no queremos transmitir peso ni responsabilidad a las comunidades", concluyó.
Por su parte, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que el Gobierno empezará a negociar con los grupos políticos la próxima semana. Así, destacó que el Ejecutivo ha mantenido informados a los grupos sobre la evolución de las negociaciones con los agentes sociales, sobre todo a CiU, PNV y CC, con los que pactó una enmienda del PSOE para elevar la edad de jubilación.
A su parecer, las ventajas del acuerdo son "evidentes", ya que permite impulsar las reformas, contribuye a la recuperación económica y del empleo y supone un "depósito de confianza para la economía española dentro y fuera del país". Además, se ha conseguido a través del consenso, lo que conlleva que cualquier reforma sea "muchísimo mejor". "Una reforma consensuada en principio tiene todos los elementos para que salga bien", dijo.
Aún así, admitió que "quedan cosas por hacer" y reveló que ayer por la tarde se reanudaría la negociación con los agentes sociales sobre política energética, industrial y de I+D+I. Así, confió en cerrarla de manera "rápida" y añadió que, tras el acuerdo en pensiones, la perspectiva de alcanzar un acuerdo global se "abre ampliamente".
