En un mes donde el ciclismo se convierte en el centro del deporte mundial, gracias al Tour, un equipo de 'mountain bike' de Sevilla, el Kanina Bikes-Sevilux, realiza su particular gran ronda en busca del patrocinio que ni siquiera los títulos le proporcionan.
Primeros días de julio, quizás el único momento del año donde los focos de la información deportiva apuntan hacia el ciclismo. El Tour de Francia, con retorno de Armstrong incluido, otorga a las dos ruedas ese protagonismo que muchas veces hace incluso asociar el ciclismo a la ronda gala. Evidentemente esto no es así.
Si ya es difícil que el ciclismo de carretera robe parte de protagonismo a otros deportes, prácticamente imposible es que lo haga el de montaña. No por falta de participantes. ¿Quién no tiene en casa una mountain bike? Sino por la absoluta falta de ayuda e iniciativa privada.
En Sevilla hay un grupo de bikers que luchan por hacerse un hueco en la élite de las pedaladas en montaña. Kanina Bikes-Sevilux es el nombre de este conjunto que está copando cada vez más los podios en los campeonatos sevillanos, andaluces y ya incluso españoles.
Dos personas, José Antonio Barroso (Sevilux) y Alejandro Castrillo (Kanina Bikes), son los principales promotores. Ambos patrocinan al equipo. Lo cierto es que lo que realmente les mueve es el amor por las dos ruedas y que como el propio Alejandro reconoce "esto engancha". Hace unos dos años iniciaron su aventura entre carrera y carrera conformando un equipo que reúne a las perlas sevillanas.
La realidad es que entre todos no paran de darle vueltas al asunto económico porque, a pesar de tener entre otros logros varios campeonatos andaluces o estar acariciando uno nacional, hay poco apoyo. "Nos cuesta el dinero, tanto a mí como a los corredores, recibimos alguna ayuda en material, pero es muy difícil mantenerse a pesar del gran nivel del equipo", comenta José Antonio.
Además, esto implica que la preparación no pueda ser la necesaria y los éxitos se vean reducidos por tanto. "Nosotros lo que queremos es que puedan competir en muchos sitios y que se preparen, no que a veces tengamos que viajar a las cuatro de la mañana", explica José.
A más de 5.000 metros. Visto que en los campeonatos oficiales es difícil provocar la atención mediática necesaria, no descartan realizar alguna aventura próximamente que llame a la puerta de los patrocinadores. De hecho, ayer tomaron parte en una prueba en Sierra Nevada a más de 5.000 metros de altura. Aunque realizar estas gestas no es fácil ya se lo plantean. "Lo tenemos en mente aunque nuestros entrenamientos son muy específicos", finaliza Alejandro.
