Periodismo de calle

Los Premios Andalucía de Periodismo reconocen el trabajo de profesionales comprometidos con los más débiles y se convierten en defensa de un sector maltratado por la crisis económica

el 11 dic 2013 / 20:36 h.

XXVIII PREMIOS ANDALUCÍA DE PERIODISMOEn su último libro, Memorias Líquidas, el periodista Enric González defiende una máxima: “cada mesa, un Vietnam”. El reportero pone en valor la importancia de cada redactor se cree una trinchera que deje a salvo sus informaciones de las injerencias del poder, a veces incluso de los propios jefes. Hoy en día los periodistas no solo tienen que pelear por mantenerse al margen de quienes siempre tienen la tentación de que escriban a su dictado. También pelean contra la crisis, contra los despidos, contra diabólicos Expedientes de Regulación de Empleo, contra la precarización de sus sueldos o directamente contra el paro. El periodista de 2013 tiene que luchar contra muchos Vietnam y sin embargo sigue vivo. Eso demostraron ayer los Premios Andalucía de Periodismo, que en su vigésimo octava edición, han dejado claro que a los periodistas, si quieren sobrevivir, no les queda más remedio que salir a escuchar y contar la calle. De eso se trata, aunque en ocasiones se olvide, y eso tienen en común todos los premiados en las modalidades de prensa, radio, televisión, fotografía e internet. La serie de reportajes “Escapar de la crisis”, de Ángeles Peñalver en Ideal, da voz a personajes anónimos que se han reinventado en medio de la catársis económica. Ciudadanos que han decidido poner al mal tiempo, su mejor cara. Los “auténticos héroes” de este tiempo. La fotografía “Futuro”, de Agustín Muñoz de Diario Jaén, recoge las protestas en la calle contra los recortes en la educación pública. El vientre de una embarazada acoge en primer plano la máxima de que educación es futuro. Su autor reconocía que “no es una gran foto” sino “una foto sencilla y con corazón”. El programa de Canal Sur Radio dirigido por Rafael Cremades y convertido en un sentido homenaje a Carlos Cano sirvió al periodista para dedicar el premio a los parados y a quienes peor lo están pasando. Tuvo que sonar en aquel programa la Murga de los Currelantes. recordó Cremades, que bien podría ser décadas después un himno de máxima actualidad: “Tira palante. Se acabe el paro y haya trabajo, escuela gratis, medicina y hospital”. El reportaje “Una casa para Bernarda Alba”, de Lidia Peralta, narra la vida de las gitanas de El Vacie. “Mujeres luchadoras que cada día tratan de elevar la calidad de vida de sus familias”, recordó la autora. Su voz reivindicó el papel de los medios públicos –su documental, producido de forma independiente, fue emitido por TVE– y clamó contra el cierre de Canal 9, la radiotelevisión valenciana. En internet, el premio fue para CineandCine, una publicación digital sobre el cine hecho en Andalucía que conecta con todos los públicos y no está hecha solo para una élite cultural. Laura Ruiz y Ana Vázquez son las emprendedoras que han puesto en marcha un proyecto que con solo 18 meses de vida ha demostrado que de internet, ese refugio todavía por explorar para los periodistas, se puede saltar a la pantalla y al papel. Recibió una mención especial el trabajo del Grupo Joly “Radiografía de Andalucía 1982-2012. 30 años en 40 capítulos”, una semblanza de la evolución de la comunidad desde la conquista autonómica. Un proceso en el que, como se recordó ayer, también tuvieron mucho que decir los periodistas de aquella época. El acto de entrega de los premios, dotados con 6.000 euros y celebrado en el Salón de los Espejos de San Telmo, fue clausurado por la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que mostró su solidaridad con los periodistas secuestrados en Siria Javier Espinosa y Ricardo García Vilanova (El Mundo), retenidos desde septiembre, y Marc Marginedas, enviado especial de El Periódico de Catalunya. Díaz hizo hincapié en el daño que la crisis está haciendo a los profesionales del periodismo y recordó que “cada vez que se cierra un medio, pierde toda la sociedad”. De los premiados recordó que les une “la solvencia, la excelencia ética, la responsabilidad social y el compromiso con Andalucía”. Se acordó de Mandela y de su reivindicación de una prensa independiente y animó a los periodistas a convertir las amenazas de la crisis en una oportunidad. Se puede. Los premiados de ayer lo demostraron. Y si no se pueden acumular los suficientes papeles para convertir cada mesa de redacción en una trinchera, siempre quedará para el periodista el respiro de escapar a la calle, a oír y contar.

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