Un hombre de 54 años ha reclamado la exhumación de un vecino de Los Molares (Sevilla), enterrado hace siete años, para realizarse una prueba de filiación que le permita optar a su parte de una herencia millonaria.
El demandante vive en la actualidad en Palma de Mallorca, y se considera hijo de una relación extramatrimonial mantenida por el fallecido con una mujer que formaba parte del servicio doméstico.
Para confirmar que efectivamente es hijo del hombre enterrado hace ahora siete años, el reclamante ha pedido en un juzgado de Utrera el reconocimiento de su filiación mediante la realización de la correspondiente prueba biológica, lo que requerirá la exhumación del cadáver de su supuesto padre tras una orden judicial.
Según ha informado hoy a Efe el abogado del demandante, Fernando Osuna, el presunto padre era vecino de Los Molares, está enterrado en el cementerio de este municipio y siempre se negó a reconocer como hijo al ahora reclamante.
Toda la herencia, valorada en unos dos millones de euros, la disfrutan los hermanos de su supuesto padre, quienes se niegan a compartirla con el hijo nacido de una relación extramatrimonial.
Se ha comprobado en el testamento, que el presunto padre legó varias viviendas y una finca rústica, aunque no adjudicó ningún patrimonio al hijo extramatrimonial.
Osuna ha invocado una reforma del Código Civil que impide "discriminar, a efectos hereditarios, a los hijos, con independencia de si se concibieron o no fuera del matrimonio".
