El recuento público de las primeras de las 34.348 mesas electorales instaladas en el país indica que el segundo puesto corresponde al senador democristiano y ex presidente, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien se sitúa por delante de su ex compañero de la Concertación, el hoy diputado independiente Marco Enríquez-Ominami. A bastante distancia de los tres primeros candidatos se coloca el abanderado de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate. De concretarse estos resultados oficialmente, Piñera y Frei se verán las caras nuevamente en una segunda vuelta electoral, que se celebrará el próximo 17 de enero.
La jornada electoral chilena estuvo marcada por la alta afluencia de votante y por las altas temperaturas en el centro y norte del país, y por las lluvias en el extremo su chileno. Michelle Bachelet, que caminó a pie desde su casa al local en que votó, llamó a sus compatriotas a participar "con tranquilidad" en la jornada y opinó que los resultados obligarán a celebrar una segunda vuelta. "Todos sabemos que va a haber una segunda vuelta, así es que esta primera ronda será muy importante, pero tendremos una nueva jornada, el 17 de enero, donde finalmente se elija al presidente de la república", dijo la mandataria, cuya gestión tiene una aprobación cercana al 80%.
El inversionista Sebastián Piñera, ganador según los sondeos, aseguró que "vienen días mejores" para el país, tras emitir su voto en un céntrico liceo de Santiago. "Vienen días mejores, especialmente para tantos que yo he visto con mis propios ojos, los que más necesitan un buen gobierno", dijo Piñera.
La jornada servirá, según él, para definir "dos maneras de ver a Chile", señaló por su parte el principal oponente de Piñera, el oficialista Frei Ruiz-Tagle, al votar en la localidad de La Unión, a 900 kilómetros al sur de Santiago. El también senador democristiano y ex presidente de Chile (1994-2000) afirmó que su candidatura busca "un gobierno que se vincule con la gente".
Por su parte, el independiente Enríquez-Ominami admitió por primera vez la posibilidad de alcanzar un acuerdo para la segunda vuelta con el fin de evitar la llegada al poder de la derecha, aunque puso algunas condiciones. "Invito a que nos unamos todos para que derrotemos a los conservadores, pero con ideas de presente, no con los miedos de 1970", señaló Enríquez-Ominami tras votar en la localidad costera de Zapallar, a unos 150 kilómetros al noroeste de Santiago de Chile.
posible acuerdo. La idea de un pacto de segunda vuelta fue planteada por Jorge Arrate, candidato de la izquierda extraparlamentaria, quien al votar ayer afirmó que "esta noche [por ayer] se inicia otra etapa, para ganar a la derecha".
Con una temperatura que en Santiago supera los 30 grados, los electores -que integran un censo de 8.285.186- formaron largas filas frente a los locales de votación, que son custodiados por personal militar desarmado que orienta a los votantes. Las autoridades destacaron que el proceso "ha sido impecable". Hasta poco después de mediodía la policía sólo había detenido a 12 personas, la mayoría porque se negó a ser vocales ya que cuando falta algún integrante de una mesa, el jefe del local puede ordenar al primer votante que llegue a cumplir esas funciones.