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Políticas juzgadas por su imagen

La imagen o la vida privada de las políticas copan más comentarios que su currículum. Así, las portadas del nuevo Gobierno fueron para la ministra de Defensa embarazada pasando revista a las tropas. Foto: Javier Díaz.

el 15 sep 2009 / 03:52 h.

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Si hace cuatro años el reportaje de las ministras en Vogue levantó la polémica, las portadas del nuevo Gobierno fueron para la primera ministra de Defensa embarazada pasando revista a las tropas. Sea como sea, la imagen o vida privada de las políticas copan más comentarios que su currículum.

"Si Hillary Clinton llora al perder unas primarias es un síntoma de debilidad o una estrategia electoral, pero si lo hace Gallardón por no estar en las listas muestra sensibilidad y humanidad". La doctora en Ciencias Políticas y profesora de la Universidad de Jaén, Belén Blázquez, ha analizado éstas y otras informaciones de los últimos años en la prensa española y diversos medios digitales con el objetivo de responder a una pregunta: "¿Qué imagen muestran los medios de comunicación sobre la mujer en política". Su conclusión es que, por encima de sus logros profesionales, "los currículos personales de las mujeres venden más" y se presta atención a aspectos como su vestuario y sus relaciones personales que "en el caso de los hombres nunca aparecen".

Al margen de que rara vez se comente el vestuario de un político o su paternidad, Blázquez alerta de algunas diferencias más sutiles en el tratamiento informativo de políticas y políticos: "en las fotos, las mujeres suelen aparecer de cuerpo entero mientras que entre los hombres son frecuentes los retratos sólo de cara. The Sun llegó a sacar una foto del trasero de Ángela Merkel. Eso no ha pasado nunca con un político".

Su investigación, presentada recientemente en el II Congreso Internacional Estudios de Género y Políticas de Igualdad del Instituto Andaluz de la Mujer, se centra en la información sobre actuales presidentas como Michelle Bachelet (Chile) o Angela Merkel (Alemania) que "ahora empiezan a ser conocidas aunque desde hace años ha habido presidentas de países nórdicos que nadie conoce".

Acercando la cuestión al ámbito andaluz, la investigadora alude al debate surgido durante la campaña electoral del 9-M cuando el presidente Manuel Chaves expresó su deseo de que le sucediera una mujer: "Fue un boom informativo y el enfoque de los medios en estos casos siempre es abrir un debate sobre si una comunidad o un país está preparado para que una mujer lo presida", añade.

En las noticias analizadas también aparecen aspirantes como Hillary Clinton (EEUU) o Ségolène Royal (Francia), y la investigadora asegura que "la popularidad de Sarkozy por la exhibición de su vida pública ha bajado pero si hubiera sido una mujer la hubieran machacado".

Entre las políticas españolas, se ha centrado en figuras y noticias como Ana Pastor y su supuesto affaire con Colin Powell; la indumentaria africana de María Teresa Fernández de la Vega en su viaje a Kenia y Mozambique; el embarazo de Carme Chacón; Esperanza Aguirre y su posicionamiento en el PP; las críticas a la gestión ministerial de Magdalena Álvarez y Carmen Calvo; o los aspectos más destacados del perfil político de María del Mar Moreno. Para Belén Blázquez, la conclusión es similar para todas: "se cuestiona su vida pública, si falla una fallan todas las mujeres, si son muy afectivas no se consideran aptas para la política y si son muy agresivas resultan insensibles".

Frente a los estudios clásicos centrados en señalar si la mujer ejerce el poder de manera distinta al hombre, la investigadora reconoce que más bien "las mujeres políticas han asumido roles masculino" en un intento de vencer estereotipos y una imagen construida. Aboga por analizar si en la construcción que los medios hacen de la imagen de las políticas se perpetúan roles y estereotipos de género, ya que la construcción de la imagen forma parte del liderazgo.

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