En mayo de 2006, Jordi Sevilla presidía la firma del nuevo Pacto Antitransfuguismo, que tras la moción de censura en Benidorm se ha convertido en el protagonista de la semana. El PP cree que dicha moción vulnera el pacto, pero ¿qué diferencia la moción de Benidorm de las impulsadas por los populares en otros municipios?
Nuevas declaraciones de unos y otros alimentaron ayer de nuevo la polémica. El PP centra ahora sus críticas en la negativa socialista a garantizar la no comparecencia de los tránsfugas a las elecciones de 2011, algo a lo que el secretario general del PSPV-PSOE y el propio Zapatero rechazaron comprometerse. Agustín Navarro, futuro alcalde de la ciudad si prospera la moción, sí dijo por su parte que no va a presentarse.
Ésta es precisamente una de las novedades que incluía el Pacto Antitransfuguismo de 2006, la prohibición de que los tránsfugas sean incluidos en listas electorales. Y por eso el PP aseguró ayer que sólo acudirá a las reuniones del Pacto para pedir a los socialistas que cambien de disposición.
Mientras tanto, el PSOE se dedicó a desacreditar la actitud de los populares -Manuel Chaves reprochó al PP que rechace unas reuniones que él mismo pidió- y se centró en comparar la moción en Benidorm con otras que ha impulsado el PP en Valencia, como la de Dénia y Villajoyosa el año pasado, la de Vall de Laguar en junio de este año o una moción idéntica a la actual que los populares sacaron adelante en 1991 en Benidorm.
Las diferencias. Preguntado ayer al respecto el presidente valenciano, Francisco Camps, sostuvo que hay una "distancia infinita" entre el caso de Benidorm y los demás. Respecto a Dénia, Camps señaló que fueron varios partidos políticos los que presentaron la moción.
La táctica fue distinta, además, porque el tránsfuga que la hizo posible era ya concejal no adscrito cuando se desbancó al PSOE de la Alcaldía. Respecto a Villajoyosa, el president destacó que "fue un independiente" quien prestó su voto al PP, que "además ganó las elecciones" -el PSOE gobernaba porque pactó con Esquerra Unida y con el Bloc-.
Sobre Vall de Laguar, donde también el PP impulsó una moción el pasado junio, Camps no dijo nada, pero la diferencia radica en que antes de desbancar al PSOE de la Alcaldía los populares formaban parte también del equipo de Gobierno, aunque necesitaron el apoyo de un tránsfuga de Esquerra Republicana para llevar a cabo la operación.
El caso más parecido al de Benidorm es sin duda el que se produjo en la misma localidad en 1991, cuando Eduardo Zaplana se convirtió en alcalde tras una moción del PP con el apoyo de un tránsfuga del PSPV. Mariano Rajoy estuvo allí y apoyó la estrategia, pero ahora los populares argumentan que entonces no existía el Pacto Antitransfuguismo, al que ahora se agarran para desacreditar al PSOE.
