Ataviados con sus uniformes de trabajo y los gorritos de natación, los trabajadores de la piscina Los Alcores se concentraron ayer a las puertas del consistorio para evitar que sean despedidos. Los empleados estuvieron acompañados por los usuarios de la piscina, que pidieron congelar las actuales tasas.
Los trabajadores hicieron entrega en el registro del ayuntamiento de las 2.000 firmas que han recogido desde que supieron que este servicio iba a pasar a ser gestionado por una entidad privada.
Manuel de Pablos es uno de los ocho monitores afectados por la medida. Tanto él como el resto de sus compañeros están contratados desde hace más de cinco años, aunque como los contratos se han ido renovando cada seis meses no tiene reconocida la categoría de fijo. Así, aclara que "la nueva empresa no está obligada a subrogar los contratos". Este monitor explica que el Ayuntamiento pretende reducir de ocho a cuatro los monitores.
Por su parte, Sebastián Romero, presidente del comité de empresa del Ayuntamiento, asegura que no hay razones de rentabilidad para la privatización, "ya que el costo de los monitores es de 140.000 euros y el costo del nuevo servicio es de 146.000".
El Ayuntamiento ha emitido un comunicado en el que anuncia que se proyecta la gestión externa del servicio de la piscina "que no una privatización, ya que sigue siendo un servicio municipal a cargo del Ayuntamiento".
Además explican que con ese contrato los servicios mejorarán e incluso habrá una bajada de las tasas. En este sentido, la portavoz municipal, María José Borge, aclaró que "se firmaron acuerdos en materia de personal con los sindicatos y se vienen desarrollando en los plazos previstos".
Además, detalló que con este cambio se podrán ampliar los servicios ofrecidos en la piscina, "lo que notará el ciudadano con la mejora de la cantidad y calidad de los servicios incluso con más gamas de natación terapéutica.
