Local

"Puede que España fuera neutral en la II Guerra Mundial, pero no inocente"

el 15 oct 2012 / 11:00 h.

TAGS:

El escritor sevillano Andrés Pérez Domínguez.
Algo más de dos años ha tardado Andrés Pérez Domínguez (Sevilla, 1969) en entregar a la imprenta su nueva novela, El silencio de tu nombre, recién editada por Plaza & Janés y ya instalada en la lista de los libros más vendidos. Un éxito que sucede al de El violinista de Mauthausen, su anterior obra y, en cierto modo, una historia complementaria a la que ahora ve la luz. "En aquella novela quise contar que los españoles también sufrimos la ignominia del Holocausto, en esta he querido meter el dedo en la llaga y refutar la falsa creencia de la neutralidad española en la II Guerra Mundial: hicimos negocios con los nazis, conseguimos wolframio para ellos, compramos oro que procedía sin duda de los expolios a judíos, ayudamos a los nazis huidos o les brindamos asilo. Puede que fuéramos neutrales, pero no inocentes", asevera.

Aunque Pérez Domínguez ha tocado el conflicto bélico en varias de sus novelas, desde La clave Pinner a El factor Einstein, el autor asegura que "La guerra no me interesa, sino las pasiones que se mueven alrededor de un conflicto". Y pasión es precisamente lo que no falta en El silencio de tu nombre. En concreto, la que vincula a Erika Walter, viuda de un agente secreto alemán que huye a Madrid con un importante legajo de documentos que implican a altos cargos nazis en el exilio, con su amante, el capitán Martín Navarro, ex miembro del PCE sospechoso de haber traicionado a los suyos.

"Al protagonista le importa poco lo que vaya a ocurrirle. Va a buscar a su amada aunque pese sobre él una condena a muerte", adelanta Pérez Domínguez, para quien no obstante "la ideología en aquella época era más interesante y más limpia que ahora, en el sentido de que un hombre de derechas lo era hasta el límite, y uno de izquierdas podía serlo hasta la ingenuidad. En todo caso, he querido escribir una novela sin moralina, por más que la acción se desarrolle en el año 50 y todavía no se haya perdido esa sensación utópica, la idea de que las cosas se podían hacer mejor".Habituado a que se le pregunte cuándo saltarán sus novelas al cine -"es muy complicado y, en todo caso, no depende de mí", asegura-, el sevillano reserva su entusiasmo para la reciente reedición de algunas de sus primeras novelas en formato bolsillo, una suerte de inesperada segunda vida para los textos que le dieron a conocer como novelista. "Gracias a El violinista he tenido facilidad para fichar por Plaza & Janés, poder tener una tirada grande y recuperar títulos que eran imposibles de conseguir hoy. Estoy muy contento con eso", afirma.Otro costado de la faena narrativa de Pérez Domínguez, su condición de escritor de relatos cortos, tendrá en cambio que esperar un poco más: "El cuentista está por el momento dormido, por una cuestión de mercado. No hay demanda de público y esto es una industria, pero tengo un montón de relatos en el cajón", concluye.

  • 1