Umbrete vivió el miércoles la conciliación del triunfo de unos vecinos por acabar con las molestias de una fábrica y el de unos cooperativistas por salvar su modo de vida. Todo esto se resumió en la inauguración, por el consejero de Agricultura, Martín Soler, de las nuevas instalaciones de la cooperativa olivarera Virgen de Loreto.
En el evento estuvieron también el alcalde de Umbrete, Joaquín Fernández Garro (PSOE); el del vecino municipio de Benacazón, Diego Sánchez (PSOE), cuyo término municipal se ve afectado por las instalaciones; y el presidente de la empresa, José Calero. También estuvo una nutrida representación de cooperativistas y de la plataforma ciudadana constituida varios años atrás por vecinos de La Era y Estacada de la Fuente (ambas en Umbrete), que exigían que fueran unas instalaciones respetuosas con el medio ambiente y con su calidad de vida, lo que consiguieron.
La nueva ubicación de la cooperativa supone un logro de gran relevancia para el municipio de Umbrete. Las antiguas instalaciones, ubicadas en pleno casco urbano, ocasionaban molestias y malos olores a los vecinos de las barriadas cercanas. Era una situación que se venía produciendo desde hace aproximadamente medio siglo, habiéndose agravado en las dos últimas décadas.
El alcalde, liderando al PSOE de Umbrete cuando aún éste se hallaba en la oposición, planteó hace ya más de seis años la necesidad de buscar una nueva ubicación para Virgen de Loreto, que también habrían de ser modernizadas apostando por una mayor mecanización, como la solución definitiva que conjugara los intereses de los vecinos con los de los cooperativistas, que en este caso representan a uno de los sectores productivos más importantes del Aljarafe. De este modo, son unas instalaciones punteras, modernas, respetuosas con el medio ambiente y que, gracias a su apuesta tecnológica y a su ubicación, no plantean problemas a los vecinos del entorno.
