Cultura

«Quien no ame la Historia, mejor que no escriba»

Sombrero, medallón plateado en el pecho, Peter Berling liba de sus cigarros negros mientras mezcla en su discurso el inglés, el alemán y el italiano. Su nueva obra, A la sombra de las dagas.

el 14 sep 2009 / 21:01 h.

Sombrero, medallón plateado en el pecho, Peter Berling liba de sus cigarros negros mientras mezcla en su discurso el inglés, el alemán y el italiano. El rey de la novela histórica acaba de publicar A la sombra de las dagas, El Paraíso (Planeta), su nueva obra.

La peripecia se sitúa en el siglo XII, alrededor de una misteriosa secta de asesinos asentada entre Antioquia y Trípoli. Dos jóvenes quieren formar parte de ella para acceder al Paraíso, un harén donde vive la chica que ambos aman. Siguiendo la línea de su pentalogía Los Hijos del Grial, Berling viaja a los tiempos del sultán Saladino y la Orden del Temple, en la que encuentra algunas lecturas válidas para el presente. "Es interesante la diferencia de aquella época con la actualidad, sobre todo en lo que se refiere a la idea de la muerte", explica. "Antes hablar de ello era como hacer el amor o comer, todo el mundo pensaba que había un Paraíso después de esta vida. Tal vez por eso hubo tantos mártires cristianos. ¿Quién se metería hoy en una olla de aceite hirviendo sólo por su fe?", se pregunta.

Respecto al futuro del Mediterráneo, expresa su deseo de que todos sus pueblos estén unidos, pero dice no creer en la paz: "Nuestro sistema actual no está basado en la paz, sino en el movimiento, que siempre implica la guerra". Como sucede en sus títulos anteriores, la nueva novela de Peter Berling es enormemente visual, algo que él explica echando mano de una formación cinematográfica que le ha permitido trabajar con gente como Scorsese, Fassbinder, Herzog o Annaud. "No tengo un enfoque intelectual a la hora de escribir. La novela que tengo en la cabeza es mi película privada, me limito a describir lo que tengo ante mis ojos", dice.

Tampoco pone especial énfasis en la documentación previa. "Ya he leído mucho, ahora me limito a refinar mi información. Tampoco voy a los sitios sobre los que voy a escribir. Dejo libre mi imaginación, y luego voy a comprobar si estas localizaciones son muy diferentes a como yo las había pensado. Y me equivoco muy poco", se sonríe.

Berling afirma que escribe cada día hasta las cinco de la mañana, "y cuando acabo trato de dormir inmediatamente, no tengo mesita de noche", afirma. "Si no puedo conciliar el sueño, pongo las noticias de la televisión, pero nada de leer novelas".

Sin embargo, el escritor, que defiende el valor didáctico de las novelas de corte histórico, arremete sin piedad contra los autores advenedizos que abordan el género sin tener apenas datos veraces. "Creo que sólo pueden escribir novelas personas que sienten interés, respeto, conocimiento, amor por la Historia. Si no es así, mejor que no escriban, o que lo hagan sobre patatas, flores o sobre la vida sexual de las ranas, pero no sobre Historia", asevera. "Detesto igual ciertos filmes norteamericanos en los que aparecen anacronismos, como que Ricardo Corazón de León se dé la mano con alguien. ¡Nadie se saludaba así en aquel tiempo!", se indigna.Y aunque hasta ahora toda su producción se ha centrado en la Edad Media, este escritor nacido prusiano-polaco afincado en Roma tiene "un proyecto biográfico sobre los últimos 60 años", adelanta.

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